La punta de lanza del continente es Holanda. Y especialmente tres islas que son territorios autónomos de este país europeo: Aruba, Bonaire y Curazao.
BBC NEWS MUNDO
Crisis de Venezuela: Aruba, Bonaire y Curazao, las islas ABC que dan a Holanda un papel clave en el desafío de Guaidó a Maduro
En el marco de la crisis que vive Venezuela, en al menos un aspecto Europa está más cerca del atribulado país sudamericano de lo que pueda parecer.
Aruba, Bonaire y Curazao son uno de los destinos favoritos de los turistas que visitan el Caribe. FOTO:GETTY IMAGES
El llamado ABC del Caribe -también conocidas como las Antillas Holandesas- están muy cerca de la costa del noroccidente de Venezuela. Curazao, la más cercana, a 25 km.
El gobierno que lidera Nicolás Maduro ordenó este martes cerrar por tiempo indefinido las fronteras aéreas y marítimas con estas tres islas.
Aunque no es la primera vez que esto ocurre, en esta ocasión las razones son claras: evitar que por el puerto de la Guaira pueda ingresar la ayuda humanitaria que se está almacenando en Willemstad, la capital de Curazao.
Tanto el primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, como Lester Toledo, el representante de Juan Guaidó, reconocieron que en la isla se han recibido partidas de suministros humanitarios que llegaron desde Miami, EE. UU.
“Venezuela cerró la frontera para evitar que entre la ayuda humanitaria”, le dijo Rhuggenaath a la agencia de noticias Reuters.
De acuerdo a lo señalado por los representantes de la Asamblea Nacional de Venezuela y por el propio Guaidó, se espera que este 23 de febrero comiencen los envíos de la ayuda almacenada en Colombia y Brasil, así como en Curazao.
Y, como las vecinas Aruba y Bonaire, esta isla es un territorio que depende del gobierno holandés tanto para temas de relaciones internacionales como de defensa.
Un gobierno holandés que ya ha reconocido a Guaidó como presidente legítimo.
“Sorprende un poco la reacción frente a Venezuela. Por ejemplo en el caso de Surinam, que fue colonia holandesa durante muchos años, la relación no ha sido tan cercana y de apoyo como lo que vemos ahora en Curazao“, le dijo a BBC Mundo Valerie Marcel, experta en temas de política internacional y energía del centro de estudios Chatham House.
Entonces, ¿qué papel tiene el país europeo en la crisis de Venezuela y por qué puede resultar clave?
El ABC
Aruba, Bonaire y Curazao se convirtieron en territorio holandés en el siglo XVII. La primera en conseguir la independencia fue Aruba, en 1986. Ya en 2010 fue el turno de Curazao y Bonaire.
Sin embargo, no fue una independencia completa sino un arreglo por el que, a pesar de tener autonomía en temas políticos y de gobierno, todavía dependen en asuntos como defensa y relaciones exteriores de lo que se decida en Holanda.
La cercanía con Venezuela convirtió a las tres islas en una fuente de intercambio comercial que durante años funcionó bien: miles de turistas venezolanos disfrutaban de las paradisíacas playas caribeñas.
Mientras que las islas conseguían la mayoría de sus suministros fundamentales a través de los comerciantes venezolanos.
De hecho, en Curazao funciona una planta de refinería de petróleo que se le dio en concesión a Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), en un acuerdo que termina este año.
“Es una situación de conveniencia. Estos territorios tal vez sean los menos latinoamericanos de la región. Ellos hablan papiamento (una derivación del holandés con palabras del español y el portugués también) y la mayoría de sus tradiciones tienen que ver con el Caribe y con Holanda”, señala Mercer.
Pero, hace un par de años, la crisis en Venezuela comenzó a voltear la situación: las tres islas se convirtieron en uno de los destinos de los millones de personas que han huido del país.
En enero de 2018, Maduro ordenó el bloqueo por cuatro meses de las fronteras aéreas y marítimas con las islas, para luchar contra el contrabando “que sacaba oro y diamantes” del país, según señaló.
Poco después, el gobierno holandés alertó sobre la situación migratoria.
El ministro de Exteriores holandés, Stef Blok, aseguró en marzo de 2018 que su gobierno iba a prestar “especial atención” a la defensa de sus islas caribeñas “debido a la inestabilidad regional” que estaba creando la crisis en suelo venezolano.
Sin embargo, a pesar de las difíciles circunstancias, ambos países mantuvieron sus esfuerzos para no romper las relaciones diplomáticas. Hasta 2019.
En febrero, Holanda reconoció a Guaidó como presidente legítimo y el ABC del Caribe se convirtió, de la noche a la mañana, en un punto estratégico en la zona para Europa.
Ayuda humanitaria
En noviembre de 2018, el primer ministro holandés, Mark Rutte, hizo una visita de Estado a Colombia, donde dio luces sobre la posición holandesa respecto de Venezuela y sus territorios en el Caribe.
“Es decepcionante que el gobierno venezolano no responda a ninguno de los llamados de la Unión Europea para acabar con el debilitamiento de la democracia y del Estado de derecho y con la violación de los derechos humanos”, le dijo Rutte al diario colombiano El Tiempo.
“El Reino de los Países Bajos ya está contribuyendo a la respuesta humanitaria en la región“, agregó.
Aunque el gobierno de España ha sido el principal impulsor dentro de Europa de una respuesta conjunta ante la crisis institucional en Venezuela, Holanda es el país que ha dado pasos más claros.
El primero de ellos, el pasado 14 de febrero.
Diez días después de anunciar el respaldo al gobierno de Guaidó, el canciller Blok anunció que en las islas que son excolonias se montaría un centro de la distribución de ayuda humanitaria para Venezuela.
“El pueblo venezolano precisa de ayuda humanitaria”, aseguró Blok en su cuenta de Twitter.
“Por eso, Holanda y Curazao han decidido facilitar un puesto de distribución de ayuda humanitaria en Curazao, en estrecha cooperación con el presidente interino de Venezuela Guaidó y con Estados Unidos“, agregó.
Hasta el momento, el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda señaló a varios medios locales que no habían recibido una notificación oficial del gobierno de Venezuela sobre el cierre de la frontera.
Y Rhuggenaath anunció que no forzará el envío, pero la isla seguirá operando como centro logístico, de acuerdo a Reuters.