Aún así, el telescopio espacial Hubble de la NASA consiguió retratarla.
BBC NEWS MUNDO
Cómo es Ícaro, la estrella más distante jamás fotografiada
Está a más de medio universo de distancia, tan lejos que su luz demoró nueve mil millones de años en llegar a la Tierra.
Un "raro fenómeno" permitió convertir a una agrupación galáctica en una suerte de lupa natural y así conseguir fotografiar a Ícaro. ESA/HUBBLE Y NASA
Se llama MACS J1149+2223 Lensed Star 1, pero ha sido apodada Ícaro, en honor al personaje mitológico griego que voló tan cerca del Sol que la cera de sus alas se derritió.
Ícaro es la estrella más distante jamás fotografiada, afirmaron astrónomos de la NASA y de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, en un artículo publicado este lunes en la revista científica Nature Astronomy.
“Normalmente, (Ícaro) sería demasiado débil para verse, incluso con los telescopios más grandes del mundo”, explicó la agencia espacial estadounidense en un comunicado.
“Pero gracias a un raro fenómeno de la naturaleza que amplifica tremendamente el débil brillo de la estrella, los astrónomos que usan el Telescopio Espacial Hubble de la NASA pudieron localizar esta estrella lejana y establecer un nuevo récord de distancia”, continuó.
El fenómeno que permitió observar a esta estrella azul súper gigante albergada en una agrupación galáctica distante se llama “lente gravitacional”.
Una lupa natural
“La gravedad de una agrupación galáctica masiva en primer plano actúa como una lente natural en el espacio, doblando y amplificando la luz”, informó la NASA.
Esa luz es la que hace que objetos tenues y distantes brillen lo suficiente como para ser retratados, agregó la agencia.
En el caso de Ícaro, el cúmulo masivo de estrellas que operó de lupa natural y permitió verla dos mil veces más brillante se llama MACS J1149+2223 y está a cinco mil millones de años luz de la Tierra.
A modo de referencia, esta estrella está cien veces más lejos que cualquier otra observada individualmente, con la sola excepción de las gigantes explosiones de supernovas.
Gracias a esta imagen pudieron identificar a Ícaro como una estrella azul súpergigante, un tipo que es “mucho más grande, masiva, caliente y posiblemente cientos de miles de veces intrínsecamente más brillante que nuestro Sol”, explicó la NASA.
El principal autor del estudio, el astrofísico Patrick Kelly, dijo a la agencia Reuters: “Ahora podremos estudiar en detalle cómo era el universo y específicamente cómo evolucionaron las estrellas y cuál es su naturaleza, casi desde los inicios del universo y las primeras generaciones de estrellas”.