“Cuando se habla de aquellos a los que se les llama ‘los kurdos’, no son solamente kurdos. Todos los que trabajan por cuenta de un país extranjero, en particular bajo mando estadounidense, son traidores”, afirmó Asad, cuyas declaraciones fueron difundidas por la presidencia a través de las redes sociales.
“Es nuestra evaluación de estos grupos que trabajan por cuenta de los estadounidenses”, añadió el presidente sirio, quien se expresaba ante medios de comunicación rusos y oficiales sirios.
Estimados en un 15% de la población, oprimidos durante décadas por el régimen del clan al Asad, los kurdos adoptaron al comienzo de la guerra desencadenada en 2011, una posición de “neutralidad” respecto al poder y la rebelión, para luego beneficiarse del caos y establecer una autonomía ‘de facto’ en los territorios que controlan en el norte y noreste del país.
En 2016, proclamaron una “región federal” y organizaron elecciones locales. Introdujeron la lengua kurda, durante mucho tiempo desterrada de las escuelas, y crearon sus propias fuerzas de seguridad, en particular su propia milicia: las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG).
Estas fuerzas son consideradas como un grupo “terrorista” por la vecina Turquía, las YPG, sin embargo, fueron la columna vertebral de la lucha contra el grupo yihadista EI, con el apoyo de EE. UU.
Responsables y pobladores kurdos han expresado recientemente sus inquietudes en cuanto a una eventual ofensiva de Turquía en su contra.