Después de encontrar en la víspera los primeros restos materiales de la aeronave, el general de la FACh confirmó que la búsqueda llevó a dar también con restos humanos, a los que todavía es necesario realizar peritajes forenses para confirmar que se trata de los pasajeros.
Sin embargo, “las condiciones” en las que se han hallado los restos humanos en el mar de Drake, entre Chile y el continente helado y cuyas aguas están consideradas unas de las más turbulentas del planeta, llevaron a las autoridades a concluir que es “prácticamente imposible que existan sobrevivientes a este accidente aéreo”, agregó Merino.
La aeronave despegó a las 16H55 (19H55 GMT) del lunes desde la base de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) Chabunco en Punta Arenas (3.016 km al sur de Santiago, en el extremo austral de Chile) rumbo a la base Eduardo Frei en la Antártida, y “perdió comunicación radial” a las 18H13 (21H13 GMT), según la FACH.
La aeronave fue declarada “siniestrada” tras siete horas de ocurrido el incidente, a cerca de la mitad del trayecto que debía realizar. El avión tenía combustible para mantenerse en el aire hasta las 00H40 (03H40 GMT) del martes.
A bordo del C-130 Hércules viajan 38 personas -17 tripulantes de la aeronave y 21 pasajeros- de las cuales 15 eran uniformados de la FACH, tres del Ejército, dos de la empresa privada de construcción Inproser y un funcionario de la Universidad de Magallanes.
Las personas iban a cumplir “tareas de apoyo logístico” en la base Eduardo Frei, la más grande de Chile en la Antártida, para la revisión del oleoducto flotante de abastecimiento de combustible de la base y realizar tratamiento anticorrosivo de las instalaciones.