A bordo iban 26 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, y “todos han muerto”, según el ministerio, que descartó la posibilidad de que el avión haya sido derribado.
“Según datos preliminares, el accidente aéreo pudo deberse a un fallo técnico”, dice la nota oficial.
El comunicado agrega que, a juzgar por los informes del lugar, el aparato no fue objeto de un ataque desde tierra.
También se indica que una comisión especial del Ministerio de Defensa “investigará todas las posibles causas” del accidente.
Rusia utiliza desde 2015 esa base aérea situada cerca de Latakia, a orillas del Mediterráneo, para las operaciones que lleva a cabo en Siria en apoyo de las fuerzas del presidente Bashar al Assad.
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Se trata del segundo accidente de avión grave que sufre el Ejército ruso en el marco de su operación en Siria.
A finales de diciembre de 2016 un avión de pasajeros tipo Tupolev Tu-154 del Ministerio de Defensa con 92 personas a bordo se precipitó en el Mar Negro tras despegar de Sochi. La mayoría de muertos eran miembros del coro del Ejército que viajaban a actuar en Siria.
Además, la aviación rusa perdió varios aviones de combate y helicópteros desde que comenzó su intervención militar Siria hace dos años y medio. Hace un mes, un Su-25 de combate fue derribado sobre Idlib, en el noroeste de Siria, pero el piloto logró eyectarse. Sin embargo, para evitar caer en territorio rebelde se suicidó con una granada, según el Ministerio de Defensa.
El Antonov-26 es un avión de transporte ligero, desarrollado especialmente para intervenciones en zonas de combate, y de dos propulsores.
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