El jefe de la LKA negó, tal y como habían publicado diversos medios, que durante los registros del cuarto de Ali David Sonboly, atacante se encontrara el “manifiesto” del asesino noruego Anders Behring Breivik que hace cinco años mató a 77 personas en un ataque perpetrado en la isla de Utoya y en Oslo.
Sonboly estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando.
Padre del atacante alerta a la policía
El padre del David Sonboly reconoció a su hijo en uno de los primeros vídeos que comenzaron a circular en internet sobre la matanza y alertó a la policía.
Según informó en conferencia de prensa Robert Heimberger, el padre se dirigió a una comisaría de Policía para informar de sus sospechas.
El vídeo en el que le reconoció fue ampliamente difundido en la tarde del viernes por las redes sociales y los medios de comunicación y en él se ve al joven salir de un restaurante de comida rápida y comenzar a disparar a los viandantes.
Los padres del joven se encuentran conmocionados y todavía no han podido ser interrogados por la policía.
La Policía ha confirmado la autenticidad de otro de los vídeos más difundidos, en el que el joven aparece sobre la azotea de un aparcamiento e intercambia gritos con un vecino que le graba desde un balcón.
Según la investigación, fue grabado al final del ataque y después no se registraron más víctimas.
El sonido del vídeo no es bueno y, según la transcripción realizada por el diario “S ddeutsche Zeitung” , el joven se define como alemán, de un barrio de Hartz IV (con alto porcentaje de receptores de ayuda social) y grita: “Por vosotros he sufrido mobbing (acoso) durante siete años; tuve que comprarme un arma y mataros a todos” .
Heimberger avanzó que el joven germano-iraní redactó un “manifiesto” propio sobre su acto criminal. Además, confirmó que el chico había viajado a Winnenden, una localidad situada en el suroeste de Alemania donde un joven de 17 años perpetró en marzo del 2009 un tiroteo que causó la muerte de 16 personas.
“Allí el chico se tomó incluso fotografías”, señaló el jefe de la LKA.
Sobre la adquisición del arma con la que perpetró el ataque, los investigadores apuntaron que la habría adquirido a través de la llamada “red oscura”, una especie de internet oculta.
Asimismo, Heimberger apuntó que el joven atacante era muy aficionado a los videojuegos de tipo “ego-shooter”, un género que permite tener la perspectiva de disparar en primera persona.
Los padres del agresor, precisaron los investigadores, todavía no han sido sometidos a un interrogatorio policial.
Persisten las sombras del ataque
La Policía intenta aclarar los aspectos oscuros de las motivaciones del autor de la balacera de Múnich, un joven psicológicamente frágil, fascinado por las matanzas masivas, quien según informaciones de la prensa habría sufrido acoso escolar.
Por qué pasó al acto? Eligió a sus víctimas al azar o en base a un plan y cómo se procuro el arma y las municiones? Varias preguntas siguen sin respuesta.
Está comprobado que David Ali Sonboly, el joven germano-iraní de 18 años aquejado de trastornos psiquiátricos, premeditó su acción y tendió una trampa a sus víctimas desde Facebook.
Mató a nueve personas, la mayoría adolescentes, e hirió a 35 más, 11 de las cuales graves, según el último balance policial de este domingo. Algunos de los heridos fueron leves, personas que se cayeron cuando intentaban huir del lugar.
Entre los muertos figuran un turco, dos germanos-turcos, dos alemanes, un húngaro, un kosovar, un griego y un apátrida, según la información policial.
Precisamente, el diario Bild adelantó la hipótesis de que el atacante sufría acoso escolar, sobre todo por parte de estudiantes de origen turco.
Esta tragedia sembró el terror en la capital bávara, en el sur de Alemania, donde se desplegó durante varias horas un dispositivo policial sin precedentes, con unos dos mil 300 efectivos, por miedo a que se tratara de un acto terrorista.
Asimismo, ha hecho aflorar un debate sobre el endurecimiento de la legislación en materia de armas en Alemania.
David Ali Sonboly nació en Múnich, de padres llegados a Alemania a finales de los años noventa como solicitantes de asilo.
El viernes abrió fuego contra un grupo de personas frente a un restaurante de comida rápida y luego en un centro comercial. El joven se suicidó cuando la Policía lo buscaba.
La misma arma que Breivik
En su mochila, la policía encontró unas 300 municiones, por lo que el balance hubiera podido ser mucho más grave.
La Policía deberá determinar cómo se pudo procurar el arma, una pistola Glock 17 calibre 9 mm comprada de modo ilegal: el número de serie estaba limado.
Este hecho ha abierto en Alemania un debate sobre el endurecimiento de la legislación en materia de armas de fuego.
“Debemos examinar con gran detenimiento si es necesario legislar y en qué puntos precisos” , declaró el ministro de Interior, Thomas de Maizire, en la edición dominical del diario Bild.
El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, instó enseguida a hacer todo lo necesario “para restringir el acceso a las armas letales y controlarlo estrictamente” , dijo al grupo de prensa Funke.
El joven, que vivía con sus padres en una vivienda social tenía obsesión con las matanzas masivas. Los policías encontraron en su cuarto documentos sobre el noruego Anders Behring Breivik, que abatió a 77 personas, sobre todo jóvenes, en 2011.
Por otra parte, el diario Bild destaca que el arma empleada en Múnich es como la que utilizó Breivik, aunque se trata de una pistola muy corriente.
Actuó solo y tendió una trampa a las víctimas después de “piratear” la cuenta de Facebook de una joven: les prometió descuentos en una hamburguesería del centro comercial. “Un modo de actuar particularmente pérfido” , comentó De Maizire.
Acoso en la escuela
Las autoridades revelaron que el asesino fue víctima de acoso. Bild emite la hipótesis de que se pudo cebar con jóvenes extranjeros porque era maltratado en su escuela, sobre todo por turcos.
Una compañera de clase indicó a la cadena de televisión británica ITV que a menudo estaba solo y era poco apreciado en la escuela. “Lo vi ayer y parecía preocupado. Estaba raro y ni me miró, cuando normalmente dice hola” , aseguró.
Al joven le gustaban los juegos video violentos, un elemento que según el ministro de Interior “tuvo un papel” en este caso.
Múnich se encontró en estado de sitio varias horas porque la policía temió durante varias horas que estuvieran fugados varios tiradores.
Alemania seguía conmocionada. La matanza se produjo cuatro días después de un ataque con hacha en un tren regional de Baviera, cometido por un joven yihadista de 17 años.
Más generalmente, llega en un contexto de fuertes temores en Europa, alimentados por los riesgos de atentados.