“Era claro que había un problema de superpoblación y que los koalas estaban sufriendo en el Cabo Otway porque no gozaban de buena salud y padecían de hambre”, explicó la ministra del Ambiente de Victoria, Lisa Neville, en declaraciones citadas por la cadena ABC.
A pesar de la medida para controlar el número de koalas en esa zona del sur australiano, el problema de la superpoblación se mantiene, lo que obliga a las autoridades de Victoria a buscar otras estrategias de conservación.
A diferencia de Victoria, el koala (Phascolarctos cinereus), que en lengua aborigen significa “sin beber” en alusión a que el 90 por ciento de su hidratación provienen de las hojas de eucalipto que come, está considerado especie amenazada o vulnerable en la costa este de Australia.
Sus principales amenazas son el cambio climático, la pérdida de su hábitat por la expansión urbana y la enfermedad de la clamidia, una bacteria que causa lesiones en los genitales y los ojos de los koalas causándoles infertilidad, ceguera y los consume lentamente hasta la muerte.