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Aumenta la violencia en México: Tres asesinatos y múltiples heridos en Culiacán y Mazatlán

La reciente ola de violencia en Culiacán y Mazatlán, ciudades del estado de Sinaloa, ha dejado un saldo de tres asesinatos y varios heridos a balazos, lo que ha generado más preocupación tanto en la sociedad como en las autoridades locales.

fuerzas armadas mexicanas

Tropas de la Guardia Nacional patrullan una calle en Culiacán, Sinaloa, tras los disparos que impactaron el edificio del periódico "El Debate" durante un enfrentamiento entre pandillas. (Foto Prensa Libre: AFP)

El pasado 20 de octubre, el medio El Universal informó sobre tres asesinatos, dos hombres heridos de bala y la destrucción de 10 vehículos, incluida una unidad de bomberos. Este aumento en la violencia ha encendido las alarmas en la región. 

Según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, uno de los incidentes involucró a un joven vendedor que falleció tras recibir varios disparos. En otro caso, un joven que descansaba en una banca fue atacado por dos hombres en motocicleta. Además, dos personas que viajaban en moto fueron agredidas a balazos por civiles armados. 

Esta crisis de seguridad se ha intensificado tras la captura de Ismael, El Mayo, Zambada en julio de 2024. Según el medio DW Español, su arresto desató violentos enfrentamientos en varias localidades de Sinaloa, especialmente en Culiacán y Mazatlán

Mapa
Mapa que destaca Culiacán y Mazatlán como dos de las ciudades más importantes de Sinaloa, México, clave en la economía y cultura del estado, pero que desde hace más de un mes sufre una ola de violencia. (Foto Prensa Libre: Captura: Google Maps)

El 10 de octubre, El Economista reportó que la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública (Cesp) documentó 192 homicidios dolosos, 224 desapariciones forzadas y el desplazamiento de 200 familias en el sur del estado, solo en el último mes. Estos datos reflejan el impacto de la disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa tras el arresto de El Mayo. 

Este incremento en la violencia expone no solo el vacío de poder dejado por la captura de Zambada, sino también la lucha de otros cárteles por tomar el control de una región ya golpeada por la inseguridad

Testimonios de afectados 

Las calles de Culiacán y Mazatlán han sido testigos del miedo que se apodera de sus habitantes. El Consejo Estatal de Seguridad Pública (Ceps) ha reportado que mil 500 negocios han reducido sus horarios, 180 establecimientos han cerrado definitivamente y se han perdido cerca de 2 mil empleos formales solo en septiembre. 

Miguel Calderón, coordinador del Cesp, declaró a El Economista a principios de octubre: “Lejos de prever una pronta solución, cada día que pasa se deteriora más la seguridad pública, el respeto a los derechos humanos, las actividades productivas y la salud socioemocional. La gente vive con miedo, las escuelas están vacías y las calles quedan desiertas por las noches”. 

Edith Milán, dueña de un restaurante, compartió su testimonio con DW Español: “No sabes cuándo va a terminar, hay días que parece todo tranquilo y luego pasa algo, y es como un retroceso: baja la venta, la gente se va a sus casas y al día siguiente nadie quiere salir”. 

Respuesta del Gobierno 

Ante el creciente clima de violencia, el gobierno estatal ha implementado medidas de seguridad desde septiembre, incrementando la presencia policial y los patrullajes en las zonas más afectadas. 

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum exigió el 16 de octubre un informe detallado a las autoridades de Estados Unidos sobre la captura de Zambada. Declaró: "Sinaloa prácticamente no tenía homicidios. Tras la captura de El Mayo, que fue ejecutada fuera del control de las autoridades estatales o federales, se ha desatado esta crisis". 

La Secretaría de Seguridad Pública también ha anunciado la creación de un grupo especial de reacción inmediata, aunque la efectividad de estas medidas está aún por evaluarse. 

La violencia en Sinaloa sigue aumentando, afectando no solo a las víctimas directas de los enfrentamientos, sino también a la economía y el bienestar de miles de familias que viven en constante temor. 

ESCRITO POR:

Glenda Burrión

Periodista de Prensa Libre especializada en economía con más de 7 años de experiencia como correctora de textos y creación de contenido digital.