Por otra parte, un atentado contra un cuartel militar en la zona de Al Tayi, 30 kilómetros al norte de Bagdad, causó la muerte de al menos cuatro soldados y heridas a otros once, informó la misma fuente.
Responsables sanitarios confirmaron el número de fallecidos. Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa.
El grupo extremista Estado Islámico reivindicó la autoría del ataque de Nuevo Bagdad a través de un comunicado publicado en internet, que explicó que su objetivo eran los miembros de una milicia chií. Más tarde se atribuyó la responsabilidad por el atentado de Taji a través de otra nota difundida también en internet, apuntando que en esta ocasión el blanco eran los soldados.
The Associated Press no pudo verificar la autenticidad de los comunicados, pero se publicaron un cibersitio insurgente que suelen emplear los extremistas.
La milicia radical suní suele atacar a la mayoría chií del país, fuerzas de seguridad y funcionarios del gobierno. En las últimas semanas, Bagdad se ha visto sacudida por ataques casi a diario.
Funcionarios iraquíes consideran que los ataques extremistas son una maniobra del grupo EI para distraer la atención de las fuerzas de seguridad del campo de batalla. Los ataques se produjeron un día después de que fuerzas especial del ejército avanzaran en Fallujah, feudo de los radicales, en un operativo a gran escala que comenzó el mes pasado y busca recuperar el control de la ciudad.
Fallujah, que está a unos 65 kilómetros (40 millas) al oeste de Bagdad, es uno de los principales bastiones de la milicia en el oeste de Irak. El grupo sigue controlando territorios en el norte y oeste del país, además de la ciudad de Mosul, la segunda más grande.