Akrouh es sospechoso de haber utilizado su arma para disparar indiscriminadamente a la multitud en bares y terrazas de París durante los ataques del 13 de noviembre, que causaron 130 muertos.
El hombre se refugió luego junto al presunto organizador de los ataques, Abdelhamid Abaaoud, en un apartamento de Saint-Denis, un suburbio al norte de París.
La policía asaltó ese apartamento el 18 de noviembre, y durante la operación murieron ambos yihadistas y una joven, prima de Abaaoud.
De los 10 yihadistas que protagonizaron los sangrientos atentados han sido identificados ocho. El grupo Estado Islámico reivindicó los ataques.