La roca, que mide unos 48 x por 110 metros, se aproximó al planeta el domingo último, según consigna el sitio especializado lafm.com.
El sitio informa que, según reportes, los sistemas de vigilancia de cuerpos potencialmente peligrosos para la Tierra detectaron el asteroide 2018 GE3 hasta cuando ya se alejaba “varias horas después de su paso por las cercanías del planeta”.
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La enorme roca se acercó a unos 192 mil kilómetros, menos de la mitad de la distancia que hay entre el globo y su satélite natural, la Luna, según el sitio, que cita a la web Earthsky.org, “especializada en publicar contenidos científicos”.
El sitio también publica que la velocidad con la que viaja 2018 GE3 es de 106 mil 497 kilómetros por hora, lo que prácticamente le permitió llegar a las cercanías de la Luna en dos horas.
En 2013 un meteorito cayó en una localidad poblada de Rusia. El sitio destaca que su onda expansiva dejó unos mil 500 heridos en el poblado de Cheliabinsk. Sin embargo, destaca la publicación, el cuerpo celeste de este domingo tiene un diámetro seis veces mayor que el del 2013, lo que dispara la preocupación sobre los sistemas actuales de vigilancia.
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Por ahora, los científicos siguen inquietos a otras dos enormes rocas que se dirigen a las cercanías de la Tierra.
En junio del 2028 una roca de casi un kilómetro de largo pasará a una distancia de 246 mil kilómetros de la Tierra. Además, al 99942 Apophis, que pasará a tan sólo una décima parte de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna (a 38 mil kilómetros) y que mide unos 300 metros, en abril del 2029, según El Confidencial.
La preocupación por estos gigantes es que a esa altura ya se encuentran varios satélites orbitando la Tierra.
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