Durante el atentado contra el periodista, de 44 años de edad, también murió otra persona, Raúl Cano López, y otra más resultó herida.
El periodista descansaba en una banca cuando dos sujetos dispararon contra él con armas largas. Los asesinos viajaban en una motocicleta.
Según reporteros locales, Ramos, quien cubría la sección de noticias policíacas en su medio, ya había recibido amenazas anteriormente por publicar imágenes de los saqueos a tiendas y centros comerciales en Juchitán durante los enfrentamientos entre los maestros y las fuerzas de seguridad federales y estatales.
Pacheco dijo desconocer si Ramos recibió amenazas por la cobertura del conflicto de los maestros y los actos vandálicos de grupos ajenos a este colectivo de la enseñanza.
“Salvo”, agregó, “las que han recibido todos los comunicadores, periodistas y personas en general que han fotografiado los actos vandálicos durante los enfrentamientos”.
“Estamos protestando por estos actos de violencia. No existen garantías para el ejercicio periodístico”, defendió el director de “El Sur”.
“Exigimos al Gobierno del estado y al federal que tome cartas en el asunto, porque el descontento social está siendo aprovechado por grupos o bandas para cometer vandalismo”, continuó Pacheco.
La CNTE se ha deslindado de estos saqueos a las tiendas, que son realizados en su mayor parte por sujetos encapuchados. La región del Istmo de Tehuantepec del estado de Oaxaca es la que mayores enfrentamientos ha registrado por los bloqueos de carreteras de la CNTE.
Antes de que estallara el conflicto de los maestros, el Istmo también era considerado como un foco rojo por el alza de asesinatos registrados, y ejecuciones vinculadas con el crimen organizado.
El 21 de enero pasado, también en Oaxaca, fue asesinado Marcos Hernández Bautista, corresponsal del diario Noticias, Voz e Imagen.