Apoyada por una agrupación feminista, una mujer con el rostro cubierto y sin identificarse ante la prensa denunció esta semana que el religioso le entregó un cheque de 5.000 dólares con la supuesta intención de callar el abuso.
“La ayuda que entregué a esta persona fue con la finalidad de favorecer a su hijo (que estudia medicina en Cuba). Nunca me habló de haber sido abusada por el sacerdote ya difunto Leopoldo Deras” , explicó el arzobispo.
“Juro que nunca he sobornado (…) a la persona que me acusa de tal delito” , ratificó el arzobispo, que prefirió no identificar a la víctima, a quien a pesar de denunciarlo le ofreció la ayuda de la iglesia.
El sacerdote Deras redactó un testamento en el que dejaba al arzobispo Escobar como heredero de sus bienes materiales, según relató en la misma rueda de prensa el abogado Heriberto Flores, testigo del documento legal.
“Quiero jurar que nunca hice nada para que el padre (Deras) me dejara como su heredero” , subrayó el religioso, que una vez que recibió los bienes los transfirió a la iglesia.
Los escándalos de abusos de sacerdotes salieron a luz en noviembre, cuando el arzobispado de San Salvador cesó de todas sus funciones al vicario de la arquidiócesis Jesús Delgado.
Delgado fue acusado de haber violado a una mujer de 42 años cuando ella tenía entre 9 y 17 años. A este caso se sumó el del sacerdote Juan Francisco Gálvez, quien hasta el 15 de octubre fue párroco de la iglesia del municipio de Rosario de Mora, al sur de San Salvador.
