Además, centenares de personas han tenido que ser atendidas en los servicios de urgencias por problemas relacionados con las temperaturas extremas, como insolaciones, golpes de calor, lipotimias y deshidratación, entre otros.
En el interior de la provincia, los canales de riego y los pantanos, que habitualmente se destinan como bebederos para animales, son utilizados en la emergencia para atenuar el intenso calor, mientras que en la ciudad, sus habitantes acuden a piscinas y fuentes.
Asociado al calor intenso, Santiago del Estero sufre también una prolongada sequía, que está generando pérdidas importantes al sector agrícola y ganadero.
Según el Servicio de Meteorología Nacional (SMN), se trata de la peor ola de calor registrada en el centro y norte de Argentina desde que comenzaron a sistematizarse las observaciones meteorológicas en 1906.
El SMN explicó que el fenómeno se debe “al dominio de altas presiones en niveles medios y altos de la atmósfera que impiden el avance de masas de aire más frías desde el sur”.