Irán y los chiíes de la región condenaron la ejecución del jeque Nimr al-Nimr y manifestantes iraníes atacaron las misiones diplomáticas de Arabia Saudí, elevando las tensiones entre los dos países, rivales regionales de toda la vida.
La autoridad aérea dijo que tomó la decisión de cancelar los vuelos con base en la ruptura de relaciones diplomáticas. Instó a las compañías aéreas de ambos países a buscar a sus clientes que reservaron vuelos hacia y desde Irán.
Cautela
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, actúa el lunes con mucha cautela ante el enconamiento de las tensiones entre Irán y Arabia Saudí que ha puesto en peligro diversos objetivos cruciales de la política exterior de EE. UU.
Un funcionario estadounidense dijo que el secretario de Estado, John Kerry, conversó el domingo último con el ministro iraní del Exterior, Mohammad Javad Zarif , mientras que la Agencia de Prensa Saudí informó que el jefe de la diplomacia estadounidense conversó el lunes con el príncipe heredero saudí Salman.
Kerry tenía previsto además comunicarse el lunes por teléfono con los ministros del Exterior de todos los Estados con gobiernos suníes en la región del golfo Pérsico, como Bahréin, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán, afirmó el funcionario estadounidense.
Baréin siguió el proceder de Arabia Saudí y rompió relaciones diplomáticas con Irán, en tanto que EAU redujo el nivel de sus vínculos con la república islámica.
El funcionario estadounidense informó que el mensaje de Kerry es un exhorto a la calma y una advertencia contra las reacciones exageradas que algunos temen pudieran provocar una guerra sectaria entre Arabia Saudí, de gobierno suní, e Irán, de gobierno chií.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el gobierno en Washington es reacio a involucrarse en la disputa entre Riad y Teherán, pero quiere garantizar la viabilidad del combate al grupo Estado Islámico en Irak y Siria, así como de los incipientes intentos para poner fin a la guerra civil en Siria y del acuerdo nuclear con Irán.
Varios funcionarios dijeron que una de las preocupaciones principales y mas inmediatas de Washington son las posibles consecuencias que la disputa pudiera tener en la frágil cooperación en Irak entre las fuerzas de seguridad iraquíes, que responden a un gobierno amistoso a Irán, y los grupos paramilitares suníes y chiíes que combaten a los extremistas del Estado Islámico.