Bin Nayef se refería a la petición de Irán de que se les permita a los ciudadanos de ese país llevar a cabo la marcha que tradicionalmente emprenden durante la peregrinación, lo que, según Arabia Saudí, obstaculiza el movimiento del resto de fieles.
Esas peticiones “están en contra del propósito del hach y afectan a la seguridad de los peregrinos, entre ellos los propios iraníes, y están en contra de la santidad del lugar”, añadió el titular de Interior.
Asimismo, acusó a Irán de “intentar politizar el hach y convertirlo en ritos que están en contra de la enseñanza del islam” , el referencia al conflicto que existe entre Riad y Teherán por otras razones, más allá de las religiosas.
Irán no llegó a un acuerdo este año con las autoridades saudíes para que sus ciudadanos puedan llevar a cabo la peregrinación, pero los iraníes podrán acudir a la ciudad santa de La Meca desde otros países, sí así lo desean.
Bin Nayef destacó hoy que Arabia Saudí “ha presentado a los iraníes todas las facilidades como a los otros peregrinos” , después de inspeccionar a las fuerzas de seguridad que integrarán el dispositivo especial de la peregrinación.
Anteriormente, el Ministerio saudí de la Peregrinación negó que haya prohibido a los fieles iraníes viajar a La Meca, en medio de un cruce de acusaciones con el encargado iraní de organizar este viaje.
El año pasado, los iraníes fueron las víctimas más numerosas de la estampida que dejó al menos mil 757 peregrinos muertos, según cálculos de EFE.
Un total de 465 peregrinos persas perdieron la vida en el incidente ocurrido el pasado 24 de septiembre y del que el Gobierno de Teherán responsabilizó a las autoridades saudíes.