Internacional

Hijo de la reina Isabel II se aparta de la vida pública por el escándalo del caso Jeffrey Epstein

Una compañía de telecomunicaciones y universidades rompen relaciones con el príncipe, quien, según analistas, ha mostrado poca compasión por las víctimas de Epstein.

El príncipe Andrés y la reina Isabel II, en mayo de 2017. (Foto Prensa Libre:EFE)

El príncipe Andrés y la reina Isabel II, en mayo de 2017. (Foto Prensa Libre:EFE)

El escándalo que ha provocado la amistad del príncipe Andrés de Inglaterra, hijo de la reina Isabel II, con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, lo ha forzado a anunciar este 20 de noviembre su retirada de la vida pública.

En un paso sin precedentes en la Familia Real británica en tiempos modernos, el duque de York, de 59 años, ha decidido renunciar por un plazo indeterminado a sus funciones para evitar dañar la imagen de la monarquía y de las empresas y organizaciones con las que colabora. El príncipe aseguró que está dispuesto a responder ante las autoridades pertinentes sobre el tráfico de menores que supuestamente organizaba Epstein, que apareció ahorcado en su celda de Nueva York en agosto.

Una mujer estadounidense, Virginia Giuffre, sostiene que fue coaccionada por el millonario para mantener relaciones sexuales con Andrés cuando ella tenía 17 años, una acusación que él niega.

Con la opinión pública en su contra, la situación de Andrés se volvió insostenible después de que el grupo de telecomunicaciones BT informara este 20 de noviembre de que dejará de trabajar con una organización dedicada al desarrollo digital mientras el hijo de Isabel II sea su patrón. El anuncio de BT se sumaba al de diversas empresas, organismos y universidades que en los últimos días se habían distanciado del príncipe.

Puntos clave: Entrevista polémica

Aunque el estrecho vínculo del príncipe con Epstein es conocido desde hace tiempo, la presión mediática sobre el tercer hijo de la monarca británica ha arreciado en días recientes a raíz de una larga entrevista con él que la BBC emitió el pasado fin de semana. Diversos comentaristas reales han subrayado que el príncipe apenas mostró compasión por las víctimas de los abusos de Epstein y llegó a sugerir que su amistad fue beneficiosa para sus contactos empresariales.

Andrés aseguró asimismo que no recuerda haber conocido a Giuffre y negó “categóricamente” sus acusaciones. La mujer ha afirmado que mantuvo relaciones con el príncipe entre 2001 y 2002, en una ocasión en Londres, otra vez en Nueva York y una tercera en la casa de Epstein en las islas Vírgenes.  El príncipe admitió haberse hospedado varias veces en las residencias del empresario, pero subrayó que en ningún momento percibió un comportamiento inapropiado por parte de Epstein, condenado en 2008 a dieciocho meses de cárcel por tráfico sexual de menores.

Al comunicar su renuncia a las funciones públicas, el príncipe expresó que lamenta “inequívocamente” su relación con el financiero, a quien conoció a través de su amiga Ghislaine Maxwell, hija del fallecido magnate de la prensa Robert Maxwell.

En marcha

En Estados Unidos, el FBI continúa investigando la supuesta red de explotación sexual de Epstein, a pesar de su muerte en prisión, y podría reclamar la colaboración del príncipe Andrés, que hasta ahora no había afirmado tan claramente su disposición a ser interrogado. En el comunicado publicado este 20 de noviembre, el príncipe lamentó que la muerte de Epstein “ha dejado muchas preguntas sin responder, particularmente para sus víctimas”.

“Compadezco profundamente a todos los que se han visto afectados y quieren que todo esto termine de alguna forma. Solo puedo esperar que, con el tiempo, sean capaces de reconstruir sus vidas. Por supuesto, estoy dispuesto a colaborar con cualquier autoridad judicial apropiada”, recalcó el duque de York.

Capturas e incógnitas

Tres meses después del suicidio del multimillonario, la justicia estadounidense acusó el 19 de noviembre a dos guardias de la prisión de no haber hecho la ronda, dando una respuesta parcial a una pregunta que sigue siendo controvertida. El fiscal de Manhattan emitió la acusación contra los guardias encargados de la vigilancia la noche del 9 al 10 de agosto: Tova Noel, de 31 años, y Michael Thomas, de 41, están acusados de “no haber hecho las rondas de vigilancia que tenían que hacer”.

“Se quedaron en su escritorio, navegaron por la red y deambularon por las áreas comunes de su unidad”, sostuvo el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, en un comunicado.

Días después de la muerte, el director de la institución resultó transferido y los dos guardias suspendidos. Según el fiscal, “para ocultar sus defectos” los guardias “firmaron certificados falsos que atestiguaban haber hecho varias rondas de recuento de prisioneros, que no era el caso”. No se realizó ninguna ronda entre las 16.30 hora de Guatemala del 9 de agosto y pasados 30 minutos de la medianoche de de Guatemala del 10 de agosto, cuando se descubrió el cuerpo de Epstein en su celda. El fiscal no ha presentado ninguna razón por la cual los guardias de esta ala reservada para prisioneros importantes habrían fallado en sus responsabilidades.

Quién era

El multimillonario, de 66 años, murió el 10 de agosto en una prisión federal de Nueva York, a la espera de juicio tras ser acusado de explotación y tráfico sexual de menores.
Descrito por sus presuntas víctimas como un depredador sexual insaciable, se enfrentaba a un pena de hasta 45 años de prisión.
La autopsia concluyó que el financiero se suicidó ahorcándose, punto discutido por un experto contratado por el hermano de Epstein, que aseguró recientemente que las pruebas indicaban “más un homicidio que un suicidio”.

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