Sequías sin precedentes
Uno de los casos más recientes es el de California, Estados Unidos, en donde han adoptado amplias restricciones, sin precedentes, sobre la forma en que la gente y las empresas pueden usar el agua debido a la intensa sequía que padece el estado y que ya ha entrado en el cuarto año.
La Junta de Control de los Recursos Estatales de Agua aprobó normas que obligan a las ciudades a limitar el riego en propiedades públicas y alientan a los propietarios de viviendas a permitir que su césped se seque. Los objetivos del ahorro obligatorio de agua están dirigidos a cientos de agencias locales de manejo del líquido y ciudades, aunque no está claro qué tipo de castigo enfrentarán los que no ahorren lo suficiente.
El gobernador Jerry Brown ha propuesto multas de hasta US$10 mil para los que se comporten peor, pero el plan requiere aprobación legislativa.
Similar situación enfrenta Honduras, país en donde se encuentra a punto de colapsar la represa Los Laureles, la cual abastece de agua a más del 30% de la capital hondureña, con más de un millón de habitantes.
California, 38.8 millones
Sao Paulo, 20 millones
Honduras, 8 millones
Río de Janeiro, 6.3 millones
Cuba 11.2 millones
Puerto Rico 3.5 millones
Guatemala, 2.5 millones
Funcionarios del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados sostienen que la problemática en las distintas represas del país se debe a la tardanza del invierno. El fenómeno del niño mantiene altas temperaturas en distintas ciudades de Honduras que sobrepasan incluso los 40 grados.
No se debe olvidar que el fenómeno afectó el año pasado a Guatemala donde miles de unas 700 mil familias que viven en el corredor seco padecieron por la falta de lluvias perdiendo en algunas regiones el 95 por ciento de las siembras.
También en el Caribe
Algo similar ocurre en Cuba, en donde la sequía afecta el abastecimiento de agua a comunidades y plantas agrícolas.
En un reportaje publicado en radiohc.cu el periodista Roberto Morejón documenta que la sequía en ese país se “se manifiesta de forma pronunciada con secuelas severas en una parte importante del territorio nacional y los consiguientes daños económicos y perjuicios a la distribución de agua para el consumo humano y otros fines”.
Morejón también cita que aisladas lluvias se registraron a comienzos de abril en la provincia de Santiago de Cuba, pero no beneficiaron a los reservorios que muestran un panorama que no se veía desde el 2004.
“Los embalses locales estaban llenos sólo en una tercera parte y fue imperativo redoblar las inversiones como la ejecución de conductoras emergentes, perforación de pozos, distribución de agua en camiones cisterna y la extensión de ciclos de suministro”.
Si bien los cubanos han tenido un respiro en el cruce de los ciclones desde 2012, las etapas de aridez se presentan cada vez más agudas y obligan a un esfuerzo económico superior y al aumento de las ansias por la proximidad de la temporada lluviosa, concluye el reportaje.
En Puerto Rico también hay alarma por la escasez del líquido que ha llevado a sus principales embalses a los niveles más bajos y a punto de llegar a una crisis.
Este viernes el embalse, Carraízo, en Trujillo Alto, está a solo 0.75 metros para alcanzar el nivel de control, el cual es el último segmento que permite el uso del embalse a través de ya con un plan de racionamiento.
Se espera que la próxima semana la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), anuncie los detalles del plan de racionamiento que se establecerá entre unos 200 mil clientes que se surten del embalse en Carolina, Trujillo Alto y sectores de San Juan.
Al menos otros cuatro embalses también son monitoreados porque cada vez disminuyen su caudal.
La preocupación es tal que según una publicación del medio El Nuevo Dia, las autoridades de Economía dispusiero poner precios tope al agua embotellada ya que las ventas han subido por lo menos un 30 por ciento.
El agua es esencial para la vida, para generar energía hidroeléctrica y para satisfacer las necesidades humanas y de riego, dice la Organización Metereológia Mundial.
Sao Paulo al borde de la crisis social
Aunque la situación descritas en los párrafos anteriores ilustra los alcances de la crisis por la sequía en América, el caso de Brasil es uno de los que más ha acaparado la atención mediática, al punto de temer un caos social por la gravedad de la situación.
El pasado miércoles las autoridades sanitarias informaron de un brote de dengue con foco en Sao Paulo, donde culpan a la sequía, que ha forzado a familias a almacenar agua al descubierto.
Los contenedores de agua sin protección y las bolsas de basura son unos de los principales criaderos de los mosquitos transmisores del dengue.
En un reportaje publicado en el diario español El País, la periodista María Martín señala que la región metropolitana de Sao Paulo, con casi 20 millones de habitantes “atraviesa la peor crisis hídrica de los últimos 84 años y acaba de inaugurar la temporada seca con aún menos agua en sus presas que en 2014, cuando comenzaron las primeras restricciones de suministro y las autoridades reconocieron la gravedad del problema”.
El desafío es tan serio que, por primera vez, la crisis ha entrado en la agenda de los militares, cita la nota.
Paulo Massato, responsable del abastecimiento de la región, expresó en una conferencia de prensa, citada en el reportaje de Martín, que en el peor de los escenarios “sería el terror, no habría alimentación, no habría electricidad”.
“Sería un escenario de fin de mundo. Son miles de personas y puede desatarse el caos social. No sería solo un problema de desabastecimiento de agua, sería mucho más que eso”, añadió el funcionario.
En un país donde las personas se bañan más que cualquiera en el mundo, —según estudios, los brasileños se duchan 12.2 veces por semana, en promedio—, debido al intenso calor de la mayoría de sus estados la limitación del agua supone una asfixia para sus habitantes.
“Si hay cortes graves de agua, si la gente no se puede duchar, no hay duda de que tendremos un impacto social. Habría un caos social”, pronosticó el historiador Flavio Elder.
Aunque la situación afecta más a Sao Paulo, es probable que el mal se extienda a estados emblemáticos de Brasil como Río de Janeiro.
Cambio climático
Mientras la situación de la sequía en el mundo parece agravarse, la secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas, Valerie Amos, aseguró este miércoles en Guatemala que el “número de crisis a nivel mundial está creciendo parcialmente debido al cambio climático”.
“Está creciendo el abismo entre las necesidades humanitarias y los recursos disponibles, y no porque los donadores hayan dejado de dar, sino por la frecuencia con la que se registran las emergencias, que sobrepasa los recursos”, añadió Amos.
La necesidad incrementa, al igual que la población mundial, pero al mismo tiempo lo hace la demanda de recursos naturales como el agua.
“Si las guerras hoy en día son por el petróleo, mañana serán por el agua”, es un dicho que se acostumbra decir entre los ambientes críticos y de análisis, de momento no hay algún enfrentamiento bélico por la situación, no obstante, de continuar la tendencia de irregularidad de las lluvias la aseveración cada vez estará más cercana.
*Con información de sitios oficiales de internet y agencias AP/AFP/EFE