Lo anterior se debe a una combinación de problemas en la cadena de suministro, como la escasez de algunos ingredientes utilizados para fabricar la leche de fórmula y la falta de personal que dificulta que los productos salgan de los almacenes y lleguen a las estanterías de las tiendas, aseveró Erin Moore, enfermera pediátrica y asesora de lactancia certificada en Austin, Texas.
Algunos padres están manejando la escasez de manera preocupante, ya que acumulan los botes de fórmula disponibles, lo cual agrava la escasez para los demás, o preparan su propia fórmula en casa, lo que podría dar lugar a deficiencias nutricionales, señaló Krupa Playforth, una pediatra que vive en el norte de Virginia que hace poco tuvo problemas para encontrar leche de fórmula para su hijo de 6 meses.
“Es un momento muy estresante para las mamás primerizas,” comentó Moore, pero, añadió, hay algunas soluciones alternativas para que los padres mantengan a sus bebés bien alimentados y saludables.
ENCUENTRE SU FÓRMULA
“Cuando encuentras una fórmula que le funciona a tu bebé, es aterrador enfrentarte a un cambio, porque te pone muy nervioso que no se la tome y no le siente bien”, dijo Bridget E. Young, especialista en nutrición materno-infantil del Centro Médico de la Universidad de Rochester.
Hay algunas cosas que puedes probar si quieres seguir con la fórmula que tu hijo toma de manera habitual.
Si tu bebé toma una fórmula infantil estándar, una opción es llamar a las tiendas locales para preguntar si tienen existencias de su fórmula y cuándo las tendrán, señaló Moore. Añadió que algunos padres también han tenido suerte comprando leche de fórmula en línea en lugar de hacerlo en persona.
Otra solución es recurrir a las redes sociales, como los grupos locales de Facebook. “He visto mensajes que se envían a estos grupos expresando su necesidad y casi siempre hay madres generosas que pueden prescindir de un poco o ayudar de alguna manera”, aseveró Playforth.
Cuando los bebés toman fórmulas especiales, como las hipoalergénicas, por motivos de salud, los padres también pueden pedirles ayuda a sus pediatras. En ocasiones, los consultorios médicos disponen de muestras de fórmulas especiales y, de no ser así, pueden orientar a los padres sobre dónde pueden encontrar los productos que necesitan, dijo Moore.
CAMBIAR A UNA FÓRMULA NUEVA
Si no logras encontrar la fórmula que sueles comprar, la buena noticia es que la mayoría de las veces (incluso con fórmulas especiales) hay alternativas disponibles y seguras de usar, comentó Young.
Si sueles usar una fórmula de marca, lo primero que debes hacer es buscar la versión genérica de esa fórmula, indicó Young. Añadió que las versiones genéricas son seguras, porque todas las fórmulas infantiles están reguladas con mucho cuidado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus sigla en inglés) y la mayoría de las veces, las versiones genéricas de diferentes tiendas son las mismas, por lo que “la marca Walmart de la fórmula Advantage es idéntica a la marca Target de la fórmula Advantage y a la marca Walgreens de esa misma fórmula”, dijo.
Antes de comprar alguna, verifica los cinco o seis primeros ingredientes que aparecen en la contraetiqueta, los que aparecen antes de la frase “y menos del 2 por ciento” en la lista de ingredientes. Lo mejor es comprar una fórmula nueva que coincida con los ingredientes que figuran en su fórmula habitual, afirmó Young, para facilitar la transición de tu bebé. También debes prestar atención a términos como “parcialmente hidrolizada” o “hidrolizado enzimático”, que se refieren al tamaño de la molécula de proteína de la leche de fórmula. Por ejemplo, si por lo general compras una fórmula que contiene “leche descremada parcialmente hidrolizada”, lo mejor es que compres una fórmula de sustitución que también contenga leche descremada parcialmente hidrolizada, explicó Young.
Si tu bebé toma una fórmula especial por ser prematuro o por otros problemas de salud, consulta con tu pediatra antes de cambiarla, sugirió Playforth, para asegurarte de que estás tomando una decisión segura.
Lo ideal es que la transición a una fórmula nueva sea gradual, según Moore, mezclando la fórmula anterior y la nueva por separado antes de añadirlas al mismo biberón. “Durante un par de días, dale tres cuartos de tu fórmula habitual con un cuarto de la fórmula nueva. Luego, aumenta poco a poco la cantidad de la nueva fórmula y reduce la cantidad de la antigua”, detalló.
Si no puedes hacer la transición gradual porque te quedaste sin tu fórmula habitual, no pasa nada; tu bebé estará bien, dijo Moore, aunque puede que notes a tu bebé con más gases o más inquieto durante la transición. Esto es normal y así será durante las primeras dos semanas del cambio. Si en efecto observas síntomas preocupantes (como sangre en las heces, sarpullido o signos de que tu bebé tiene dificultades para respirar) podrían ser señal de alergia y deberás dejar de darle la fórmula nueva y llamar a tu pediatra de inmediato, indicó Young.
CÓMO EVITAR ERRORES DE NUTRICIÓN
Si se te está acabando la fórmula, no la diluyas. Sigue las instrucciones de preparación que aparecen en el envase. “Cambiar la proporción entre la leche de fórmula y el agua puede ser extremadamente peligroso para los bebés y provocar intoxicación por agua, desequilibrios electrolíticos y convulsiones”, dijo Playforth.
Del mismo modo, jamás hay que preparar la leche de fórmula en casa, ya que puede provocar deficiencias nutricionales y otros problemas de salud, añadió Playforth. Un estudio de 2020 analizó 144 recetas de leche de fórmula para bebés en internet y descubrió que casi la mitad incluían ingredientes que podían provocar enfermedades de origen alimentario.
Young tampoco recomienda darles a los bebés menores de un año fórmulas destinadas a niños pequeños, a menos que el pediatra lo autorice. Aunque los ingredientes parezcan similares, las fórmulas para niños pequeños pueden contener cantidades de ciertos ingredientes, como las vitaminas, que no son seguras para los bebés. “Si tienes un bebé, utiliza una fórmula acorde a su edad”, dijo. Tampoco alimentes a tu bebé con leche de vaca si tiene menos de un año, porque las proteínas pueden ser difíciles de digerir para los bebés y es probable que no aporten los nutrientes esenciales.
En conclusión, aunque no encuentres tu fórmula infantil favorita, hay otras opciones que funcionan bien. Hay tantos tipos de fórmulas infantiles en el mercado, aseveró Young, que casi seguro que podrás encontrar una que nutra a tu bebé.