Los desconocidos arrebataron los dos vehículos en que viajaban cada uno de ellos y los mantuvieron secuestrados por varias horas, aunque autoridades afirmaron que ambos fueron liberados la tarde del lunes 25 de noviembre y no brindaron mayores detalles.
En ese sentido, las actrices Esmeralda Ugalde y Vanessa Arias por medio de un video en redes sociales explicaron de que fueron víctimas de la delincuencia, informó Infobae.
“Se llevaron las bolsas, los celulares, pero lo material no nos importa, lo que importa es que fuimos víctimas de la inseguridad. En esta camioneta venían tres personas. Alejandro Sandí, uno de nuestros mejores amigos, Esmeralda Ugalde, y una servidora”, explicó en el video Vanessa Arias.
La Secretaría de Seguridad por medio de un comunicado informó que se estableció comunicación con la Embajada de Francia y se investigó para la ubicar a las víctimas, que una vez liberadas recibieron la atención adecuada.
Duda de los sucedido
Infobae resalta que tuvo comunicación exclusiva con el productor Emmanuel Duprez quien afirma que hay dudas sobre el robo, secuestro y rescate de Sandí.
“Por qué los asaltantes se quedarían con el único hombre a bordo y honestamente el menos famoso es él y además entre los que están en la camioneta está Esmeralda Ugalde y ella es nada más ni nada menos que la hermana de Ana Bárbara y ella hubiera dado mucho más de 30 mil pesos (alrededor de 1 mil 500 dólares) que fue el rescate que supuestamente le pidieron, es una cifra ridícula”, manifestó Duprez a Infobae.
También afirmó que Sandí es un hombre fuerte y alto, por lo que no sería tan fácil manipularlo físicamente, pues mide 1.90 metros.
Otro aspecto es que el actor fue dejado en su casa, lo que es complicado de entender.
La publicación añade que el productor nunca ha trabajado con Sandí y no tiene temor que este lo cuestione por sus afirmaciones, aunque aclara que es una opinión personal y es lo que ve desde su óptica.
Infobae agregó que se trató de buscar la versión del actor y las dos mujeres, pero no hubo respuesta.
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Cada cinco horas
El secuestro, que se cobra una víctima cada cinco horas en México, es a veces una noticia mundial, como el caso del francés y el mexicano Sandí raptados el último domingo, pero en realidad es un drama silencioso que apenas se denuncia.
El caso del francés Frederic Michel y el actor mexicano Alejandro Sandí -interceptados por hombres armados mientras visitaban un parque nacional- enfatizó la magnitud del problema en México, donde el estado tiene escaso control en amplias porciones del territorio y poderosos criminales operan con impunidad total.
Sin embargo, el caso resulta anecdótico, ya que los extranjeros adinerados, sean turistas o residentes, rara vez son víctimas de este delito que no golpea solo a personas acaudaladas sino a cualquiera que se cruce en el camino de los criminales.
Este año, el primero del gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, se registró una fuerte alza de secuestros, rompiendo una tendencia de casi cinco años a la baja desde un máximo histórico en 2013, según datos de organizaciones civiles.
Los 1 mil 142 casos registrados entre enero y octubre, recopilados por varias ONG, representan un repunte del 5.3% frente al mismo periodo de 2018.
“El 2019, de mantenerse la actual tendencia, terminará como el quinto peor año de la historia” en número de secuestros, alerta Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.
“La mayor parte de los secuestros se dan en los estados de la costa del Golfo de México (…) eso tiene que ver con mafias de tráfico de personas”, apunta por su parte Santiago Roel, director de la organización Semáforo Delictivo.
Esa región de México es uno de los principales corredores de migrantes indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos, y que son víctimas habituales de secuestros masivos a manos del crimen organizado, explica el experto.
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