Según el estudio, más de una tercera parte de los afectados viven en India, donde 18.3 millones de personas se ven privadas del control sobre sus cuerpos y sobre el tipo de trabajo que realizan, sin posibilidad alguna de liberarse de esa situación, exactamente los términos que el estudio define como esclavitud moderna.
La mayoría de afectados en ese país trabajan como asistentes del hogar, mendigos, trabajadores sexuales o niños soldados.
Una gran parte de los afectados trabajan además de forma forzada para pagar sus deudas contraídas por la concesión de algún tipo de créditos.
Los afectados en India suponen en torno al 1.4 por ciento de la población, una cuota sólo superada por tres de los 167 países investigados.
Preocupante
- Con 3.4 millones de afectados por la esclavitud, China se sitúa en segundo lugar en cifras absolutas.
- Pakistán, con 2.1 millones.
- Bangladés y Uzbekistán, con 1.5 y 1.2 millones respectivamente.
En esos cinco países viven 26.6 millones o el 58 por ciento de la población total afectada por la esclavitud en el mundo.
Pero en términos relativos, la mayor cuota de población que vive en condiciones de esclavitud la tiene Corea del Norte, con el 4.4 por ciento de la población (1.1 de los 25 millones de habitantes del país).
“Aunque los datos del país son difíciles de probar, existen pruebas convincentes de que hay trabajo forzado ordenado por el Estado”, señala el estudio.
En Uzbekistán los esclavos modernos suponen casi el 4 por ciento de la población, la mayoría también obligados por el Estado, especialmente en la industria del algodón del país.
Argentina está en el puesto 39, con 0.4 por ciento de población o un total de 175 mil 500. México en el 20, con casi un 0.3 por ciento con casi 377 mil.
España se sitúa en el puesto 52, con 0.018 por ciento de población, un total de ocho mil 400 personas, viviendo en condiciones de esclavitud modernas.
Andrew Forrest, presidente de la fundación Walk Free, hizo un llamamiento a los gobiernos para que ayuden a la erradicación de la esclavitud.
“Mediante nuestro uso responsable del poder, fuerza de convicción, determinación y voluntad colectiva, podemos llevar al mundo a poner fin a la esclavitud”, dijo en un comunicado.
La fundación entrevistó personalmente a más de 42 mil personas de 25 países en su lengua natal con un catálogo idéntico de preguntas.