“Saqqara aún no ha revelado todo lo que tiene. Es un tesoro”, afirmó Khaled el Enani, ministro egipcio de Turismo y Antigüedades, durante la ceremonia, mientras los arqueólogos se dedicaban a limpiar con pincel algunas piezas expuestas en los estrados.
Dos estatuas de madera también fueron descubiertas en la tumba de un juez de la sexta dinastía, que data de más de cuatro milenios, según el secretario general del Consejo General de Antigüedades, Mostafa Waziri.
Este monumento, construido alrededor de 2.700 A.C. por el arquitecto Imhotep, es considerado uno de los más antiguos del mundo. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Deidades y máscaras funerarias
Los arqueólogos abrieron uno de los ataúdes en cuyo interior reposaba una momia envuelta en un sudario adornado con jeroglíficos coloreados. A través de una máquina móvil, hicieron una radiografía de la momia.
Según Enani, estos recientes descubrimientos son fruto de un trabajo de excavación creciente en los últimos años. Otro descubrimiento en la necrópolis debe ser anunciado en las próximas semanas, “en diciembre o principios de 2021”, dijo.
Las excavaciones llevadas a cabo en Saqqara han descubierto en los últimos años tesoros arqueológicos así como numerosos animales momificados (serpientes, aves, escarabajos, etc)
Egipto espera que todos estos hallazgos y su nuevo museo revitalicen el turismo, que se ha visto afectado por la inestabilidad política y los ataques tras la revolución de 2011, que expulsó del poder a Hosni Mubarak.
Desde hace varios años, las autoridades egipcias anuncian regularmente descubrimientos arqueológicos, un argumento importante frente a la competencia de otros destinos.