Lagos, junto a otros nueve compañeros de trabajo del Taller San José, han elaborado el “Tren de la Corrupción”, que consiste en una antigua locomotora a vapor, en color negro, que simboliza los más sonados casos de corrupción que han trascendido en Honduras en el 2015.
En la parte frontal del tren, hecho con trozos de madera liviana y cartones, se lee el mensaje “En Honduras exportamos honorables personalidades de la democracia como: narco-empresarios, dirigentes del deporte, prominentes políticos y rapaces fiscales” .
“Esta mercancía, como es de calidad, toda va para el Tío Sam en USA”, añade el mensaje.
Lagos indicó que como hondureños “la única forma de protestar contra los corruptos” que tienen “es a través del arte popular”.
Agregó que desde hace ocho años se dedica a la elaboración y quema de monigotes representando a personajes que durante el año le han hecho daño al país, aunque un tío suyo, Ismael Lagos, lo hizo antes en el mismo taller durante otros nueve años.
“Tren de la corrupción”
Lagos prefirió representar a todos los acusados por corrupción en un tren, porque es “más práctico que hacer a tanto acusado”.
“En el Tren de la Corrupción caben todos, los que han desfalcado con millones al Instituto Hondureño de Seguridad Social, los que le han vendido falsas medicinas al Estado, y empresarios y dirigentes deportivos que han sido acusados por Estados Unidos”, añadió Lagos.
Este año y en el 2014 las autoridades de Honduras han entregado a EE. UU. en extradición a presuntos narcotraficantes hondureños.
Además, EE.UU. acusó al exvicepresidente de Honduras, político y banquero Jaime Rosenthal, lo mismo que a su hijo Yani, y un sobrino, Yankel Rosenthal, por lavado de activos ligado al narcotráfico.
Yankel fue detenido en octubre en Miami, de donde fue remitido a Nueva York. Su primo Yani, decidió entregarse a las autoridades de EE. UU., también en esa misma ciudad, donde ambos quedaron libres tras el pago de una fianza para defenderse en libertad.
En el caso de Jaime Rosenthal, quien presidió el otrora poderoso Grupo Continental, enfrenta una acusación en su país por presunta corrupción, por lo que ha sido citado ante un tribunal para el 6 de enero del 2016.
En el “Tren de la Corrupción” que Lagos y sus compañeros quemarán el próximo día 31 “viajan”, entre otros “pasajeros” el expresidente hondureño Rafael Callejas y el extitular de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth) Alfredo Hawit.
Callejas, quien hasta el 1 de agosto pasado presidió durante doce años la Fenafuth y Hawit, quien además era presidente de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) , enfrentan acusación por un nuevo escándalo de corrupción en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) .
Hawit fue detenido en Zúrich, Suiza, el 3 de diciembre pasado, mientras que Callejas, acusado por EE.UU., decidió entregarse a las autoridades de ese país en Nueva York, donde fue excarcelado tras pagar una fianza para defenderse en libertad.
Quemados
A un kilómetro del Taller San José, otro tapicero, Francisco Gabriel Ramírez, ha elaborado otro monigote que representa a Callejas, que será quemado durante la Nochevieja.
La obra de Francisco Gabriel, que al igual que el “Tren de la Corrupción” ha sido colocada a orilla de la carretera que de Tegucigalpa conduce al sur de Honduras, muestra a Callejas subido en la avioneta que le llevó a Nueva York.
El expresidente, de camisa y corbata, y gafas claras, se ve diciendo adiós con su mano izquierda levantada, mientras que en la derecha lleva un maletín negro en el que se lee: “FIFA” y el signo del dólar.
Atrás de la avioneta, que lleva el número NHL38, de la aeronave en que Callejas viajó a EE. UU., flamea una bandera estadounidense.
“Esta es mi forma de protestar contra la corrupción, por falta de dinero y tiempo no hemos hecho más figuras”, dijo Francisco Gabriel, quien elaboró el monigote de Callejas con su amigo Otoniel Martínez.
Por falta de dinero y tiempo, al “Tren de la Corrupción” de Luis Lagos, sin duda, también le faltan “pasajeros”.