Las operaciones de rescate continúan en marcha en la zona con la participación de las fuerzas de seguridad regionales y del Cuerpo de Fronteras, desplegado en la provincia por ser fronteriza con Afganistán.
“Las autoridades de Ferrocarriles han ordenado una investigación sobre el accidente, pero aparentemente ocurrió por descarrilamiento” , indicó Tahir, al agregar que el tren siniestrado cubría la ruta entre Quetta y la ciudad de Rawalpindi, cerca de la capital paquistaní.
Los accidentes de tren son frecuentes en Pakistán, que tiene una amplia red ferroviaria heredada de la época colonial británica. Sin embargo el transporte ferroviario está en declive por la corrupción, la falta de inversiones y la mala gestión.
En julio, al menos 18 personas murieron cuando un tren militar especial cayó en un canal después de que se hundiera un puente, la mayoría de ellas militares, y también se producen ocasionalmente ataques insurgentes contra ferrocarriles.
A principios de mes, el Jaffer Express fue objeto de un atentado con bomba que dejó cuatro muertos y once heridos también en Baluchistán, donde ya había sufrido otros dos ataques insurgentes en el 2013.