Sin embargo, los defensores de los inmigrantes y los derechos humanos aseguran que la regla, conocida como Título 42, se está usando de manera inadecuada como una herramienta de seguridad que obliga a los migrantes a regresar a situaciones peligrosas. Estas organizaciones han presionado al presidente Joe Biden para que elimine la regla, la cual instauraron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Algunas de las agrupaciones, entre ellas la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, han demandado al gobierno para que deje de usar la regla con el fin de expulsar familias migrantes.
En septiembre, el panel de una corte de apelaciones suspendió el fallo de un tribunal inferior que bloqueaba la política para las familias migrantes; los alegatos orales del caso están programados para mediados de enero.
Desde marzo de 2020, cuando se comenzó a implementar el Título 42, hasta finales de octubre, la medida se utilizó 1,3 millones de veces para rechazar migrantes. No obstante, esa cifra representa tan solo el 64 por ciento de los encuentros totales de la Patrulla Fronteriza con gente que ha cruzado de manera ilegal durante el mismo período.
El resultado ha sido una estrategia confusa y caótica para la seguridad fronteriza. El hecho de que una persona obtiene permiso de quedarse en Estados Unidos al menos de forma temporal o que sea expulsada de manera inmediata conforme a la regla de salud pública puede variar según la hora o el día, así como de un cruce fronterizo a otro.
Es probable que la confusión aumente tras la reincorporación que se hizo esta semana de otra política de la era de Trump que obliga a ciertos migrantes a esperar en México mientras las autoridades estadounidenses consideran sus alegatos. Estados Unidos declaró que solo asignaría a los migrantes al programa de Permanece en México si no podría ser expulsados por medio del Título 42.
A continuación, las razones por las que a muchos migrantes se les ha permitido quedarse en Estados Unidos, a pesar del Título 42.
A los niños migrantes sin la compañía de un adulto se les permite ingresar a Estados Unidos.
Durante su primera conferencia de prensa como presidente, al inicio de un aumento dramático de los cruces fronterizos ilegales, Biden dijo: “Las únicas personas a las que no dejaremos esperando del otro lado del Río Bravo —por su cuenta, sin ayuda— son los niños ”.
En febrero, los CDC eximieron de ser expulsados conforme al Título 42 a los niños migrantes que llegaran a la frontera sin un padre o tutor. Gracias a eso, miles de niños se han quedado semanas —y en algunos casos, meses— en refugios de emergencia que fueron creados con rapidez para albergarlos.
Durante el mandato del presidente Donald Trump, casi 16 mil niños que llegaron solos fueron expulsados conforme a la regla de salud pública. Entre febrero y septiembre de este año, a casi 137 mil 500 se les ingresarán a Estados Unidos, según los datos fronterizos. La cantidad de niños que llegaron con rapidez cuando Biden asumió la presidencia y quedaron exentos de cumplir la regla. El gobierno se las arregló para construir refugios temporales que los albergaran.
Hasta el 1 de diciembre, casi 13 mil niños migrantes estaban bajo la custodia del gobierno.
México no tiene la obligación de aceptar a todos los migrantes que son expulsados de Estados Unidos.
En enero, México puso en vigor una nueva ley según el cual no puede mantener a niños menores de 12 años bajo la custodia del gobierno. Esto forzó a Estados Unidos a admitir de manera temporal a algunas familias con niños pequeños que han cruzado ilegalmente al sur de Texas.
Debido a que las autoridades migratorias de Estados Unidos están limitadas en cuanto al tiempo que pueden detener a los niños migrantes, han liberado a decenas de miles de familias tras darles la instrucción de reportarse con las autoridades migratorias.
Durante el último año, casi 480 mil migrantes han cruzado la frontera de forma ilegal en unidades familiares. Sin embargo, tan solo una cuarta parte de ellos ha sido rechazada conforme a la regla de salud pública. A la mayoría del resto se le ha permitido quedarse de forma temporal en Estados Unidos, a menudo bajo vigilancia.
Hasta el 28 de octubre, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estaba monitoreando a más de 136 mil familias por medio de dispositivos de monitoreo en los tobillos, rastreo en línea y llamadas telefónicas, según datos del gobierno que analizó el Centro de Intercambio y Acceso a Registros Transaccionales de la Universidad de Siracusa.
A pesar de la regla, también se ha permitido que ingresen adultos solteros al país, aunque con mucha menos frecuencia. En el último año, de las más de 1.1 millones de veces que se capturó a adultos solteros mientras cruzaban la frontera, el Título 42 se utilizó un 84 por ciento de las veces para expulsarlos.
Los funcionarios fronterizos están abrumados.
En algunas ocasiones, la cantidad inusualmente alta de cruces fronterizos ilegales ha rebasado al gobierno, pues las áreas de detención han llegado al tope de su capacidad mientras los funcionarios realizan entrevistas y llenan papeleo. Esto ha provocado que cientos de miles de migrantes hayan sido liberados en Estados Unidos con instrucciones de reportarse para sus procesos migratorios.
El espacio está limitado debido a las precauciones sanitarias relacionadas con la pandemia, pero la cantidad de migrantes que cruzaron de manera ilegal en los últimos doce meses, en particular desde que Biden asumió la presidencia, ha roto un récord que había durado 61 años.
A los migrantes particularmente vulnerables se les otorgan exenciones humanitarias.
Para inicios de agosto, se les otorgaron exenciones a la regla de salud pública por motivos humanitarios a más de 16 mil migrantes arrestados en la frontera, por lo que se les quedaron, según declaró el departamento en aquel momento. Los grupos defensores y las organizaciones internacionales consideraron que estos migrantes eran vulnerables; entre ellos hay gente transgénero y familias con niños pequeños que viven en lugares peligrosos a lo largo de la frontera.
Sin embargo, desde el inicio, el programa fue una fuente de confusión.
“No hay un conjunto claro de criterios para permitirles el ingreso a las familias”, comentó en mayo Jessica Bolter, analista del Instituto de Política Migratoria, para la Radio Pública Nacional (NPR, en inglés). “Por eso, para los migrantes de verdad se puede sentir como una especie de juego de azar”.
Las organizaciones humanitarias que accedieron a trabajar con el gobierno de Biden para ayudar a los migrantes a buscar ese tipo de exenciones en gran medida terminaron su participación en el verano, porque se oponían a que el gobierno siguiera usando la regla de salud pública.
Algunos países no recibirán a sus ciudadanos de vuelta.
Siempre ha habido países que se niegan a aceptar a sus ciudadanos de vuelta. En 2006, China se rehusó a recibir unos 39 mil ciudadanos que a su vez se les había negado la entrada a Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional liberó a muchos de ellos para que esperaran sus procesos migratorios.
Estados Unidos enfrenta el mismo desafío con otros países, como Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela. Ha habido un aumento en la cantidad de personas de esos países que cruzan de forma ilegal. En octubre, se utilizó la regla de salud pública 91 veces para rechazar a venezolanos, aunque los agentes fronterizos capturaron a ciudadanos de ese país cruzando de manera ilegal en más de 13 mil 400 ocasiones. De manera similar, los cubanos fueron expulsados 42 veces de las casi seis mil que fueron capturados mientras cruzaban la frontera ilegalmente.
Ahora que el gobierno de Biden reincorpora el programa Permanece en México, algunos migrantes de esos países tal vez tengan que esperar el trámite de sus casos en México en el lugar de Estados Unidos. Sin embargo, debido a las estipulaciones humanitarias que México exigió para cooperar, es poco probable que se pueda desviar una cantidad significativa de migrantes que esperan sus procesos en Estados Unidos.
En octubre, la mitad de los migrantes que no fueron expulsados conforme al Título 42 era de Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que no suelen repatriar a sus ciudadanos. Casi la mitad estaba viajando como parte de una unidad familiar o eran niños sin un acompañante adulto. Algunas familias con niños pequeños y algunos niños sin acompañante son considerados demasiado vulnerables para esperar en México hasta que se decidan sus casos de asilo y, por lo tanto, es probable que no sean candidatos para el programa Permanece en México.