Nadie quiere hablar de control de armas, de soluciones a los tiroteos, de los debates estériles que se activan periódicamente en EE. UU. A los familiares de las víctimas en Texas, las palabras se les atragantan en la garganta: no hay recetas que valgan.
En un país donde hay más de un tiroteo masivo al día, la frase “pensamientos y oraciones” suele ser el comodín de los líderes conservadores que se niegan a impedir que los rifles de asalto caigan en manos de personas como el atacante de Uvalde, y que se refugian en la religión para no actuar sobre las armas.
Sin embargo, esas oraciones -pronunciadas por distintos párrocos de la ciudad- han servido para reunir en una vigilia a tantas personas que el martes 24 de mayo lloraron en silencio en sus casas, y que ahora pueden ofrecer consuelo a quienes quizá no estén preparados para recibirlo.
El dolor
Javier Cazares, padre de Jackie Cazares, una niña de 9 años y que cursaba cuarto grado, dijo que escuchó los disparos en la escuela donde estudiaba su hija e inmediatamente se dirigió al lugar. Sin embargo, cuando llegó, dijo que la policía aún estaba reunida afuera del edificio del establecimiento educativo.
De acuerdo con medios locales, Javier relató que solamente le indicaron que su hija había sido trasladad de emergencia a un hospital debido a que estaba herida. Además, el padre de la menor indicó que tuvo que esperar varias horas para saber más detalles de la situación.
“Estoy enojado. A mi hija le dieron un balazo en el pecho, pero no sabemos cuánto tiempo pasó así”, indicó Javier.
El padre de la menor añadió que vivió momentos de incertidumbre hasta que se desconsoló tras la confirmación de que su hija había fallecido.
“Fueron dos horas y media las que se tardaron para decirme que era ella, que falleció”, agregó el padre de la menor. Además, se reveló que Jackie había hecho la primera comunión recientemente.
“A ella no le gustaba que molestaran a los niños… Estaba llena de amor, de vida y tenía un gran corazón. La voy a extrañar mucho”, agregó.
“Mi bebé ha sido arrebatada de mi familia y de mí. Estamos devastados en cierto modo, espero que nadie pase nunca por esto”, publicó en Facebook el padre de la menor.
“Sacada de mis brazos y de la vida, de esta maldita forma cobarde, tan joven, tan inocente, llena de vida y amor. Nos duele hasta el alma. Mi niña siempre estará con nosotros y aquellos a quienes ha marcado”, añadió.
“Ponte en paz con el resto de los ángeles, cariño. Papá, mamá, hermana, hermano y toda la familia te van a extrañar por siempre. Niña, todos te amamos con todo nuestro corazón. Descansa en paz, mi Bebita”, concluyó.