Doris Meissner, directora del Instituto de Política Migratoria, dijo al presentar el reporte de su autoría, que uno de los ajustes sobre la mesa en este momento es definir mejor cuáles son los crímenes severos que ameritarían la deportación de un indocumentado.
Meissner mencionó como ejemplo las infracciones de tránsito y dijo que una posibilidad es que conducir en estado de ebriedad sea considerado un delito grave, pero no así otras faltas, como un faro defectuoso en el auto.
La experta agregó que le sorprendería mucho la adopción de otras propuestas, tales como eliminar de la lista de crímenes graves el reingreso ilegal a EE. UU. o expandir la suspensión de deportaciones adoptada en el 2012 por la Casa Blanca a algunos inmigrantes traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños, debido al impacto que podría tener en la negociación legislativa.
“No hacemos recomendaciones en este informe. Solamente evaluamos las propuestas principales y examinamos sus ventajas y desventajas”, indicó Meissner.