El director utilizó el ejemplo de Filipinas, que fue declarada en gran parte libre de lepra en 1998, aun cuando todavía se registran unos dos mil nuevos casos cada año.
El funcionario dijo a la prensa el lunes que China tiene alrededor del mismo número de nuevos casos cada año.
“Esta es una tarea inconclusa y necesitamos dar el último paso” , afirmó Shin.
El directivo instó a los países miembros a no ser complacientes debido al éxito de la región en cumplir la meta de eliminaciones, reconocer que la lepra sigue causando mucho sufrimiento, y admitir que se necesitan más esfuerzos para poder eliminarla.
Su llamamiento fue formulado al comienzo de una reunión de tres días de encargados nacionales del control de la lepra en el Pacífico Occidental.
La lepra no es mortífera y en la actualidad se cura fácilmente. Afecta principalmente la piel pero, si no se trata, puede dañar nervios. Suele empezar como un manchón de ligera coloración en la piel que podría pasar inadvertido debido a que no causa dolor. En los casos más graves, produce la pérdida de dedos de manos y pies o ceguera.
La bacteria que causa la enfermedad se multiplica muy lentamente, con un período de incubación entre 3 y 20 años.