La batalla se vislumbra feroz. Las últimas encuestas sitúan al joven diputado José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio, y al exalcalde capitalino Johnny Araya, del socialdemócrata Partido Liberación Nacional (PLN, en el poder), en empate virtual o pisándose los talones.
Poco más de tres millones de electores están convocados a elegir al sustituto de la presidenta Laura Chinchilla, dos vicepresidentes y a renovar el Congreso, de 57 diputados, para un periodo de cuatro años.
Si ningún candidato a la Presidencia alcanza el 40% de los votos se celebrará la segunda vuelta el 6 de abril entre los dos aspirantes con más sufragios.
En este país de tradición democrática, que abolió el Ejército hace 65 años, el proceso electoral muestra un malestar de la población con los políticos. Los sondeos prevén que aún hay muchos indecisos y un 32% dice que no votará, lo que hace temer que crezca el abstencionismo, de alrededor del 30% en los comicios del 2010.
El fantasma de Chávez
La campaña, que arrancó hace tres meses, ha sido fría pero no exenta de sobresaltos, con lo más destacable la caída en las encuestas del oficialista, de 56 años, y el ascenso vertiginoso del izquierdista, un abogado 20 años menor.
Hace un mes, una encuesta de la empresa Unimer sorprendió al país al revelar que Villalta encabezaba con entre un 17 y un 22% la intención de voto, desplazando a Araya, con un respaldo de entre 14 y 19%.
Otro sondeo de CID-Gallup, publicado a mediados de diciembre, situó a Araya arriba con un 37% de las preferencias, seguido por Villalta con 32%. Una tercera encuesta, de la Universidad de Costa Rica -la principal- los colocó en empate técnico con 17.4% y 15.7%, respectivamente.
Tras ellos sigue de cerca Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario; y más lejos Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centro) -actualmente segunda fuerza en el Congreso-; Rodolfo Piza, del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), que por décadas se alternó el poder con el PLN, y otros ocho candidatos minoritarios.