También hará paradas en Iowa, Virginia, Nuevo Hampshire y Wisconsin, mientras que Obama ha cancelado sus actos para el miércoles y no volverá al ruedo hasta el jueves, cinco días antes de las elecciones.
El papel de sustituto no es nuevo para Clinton, convertido en uno de los protagonistas de la campaña desde su exitoso discurso en la Convención Demócrata en septiembre.
Pero la ausencia del mandatario ha cargado sobre sus hombros una enorme responsabilidad: la de espolear el entusiasmo entre los votantes indecisos en una recta final extraordinariamente ajustada.