El hallazgo en la Patagonia de los fósiles de los saurópodos gigantes, anunciado el viernes, confirmaría, según José Luis Carballido, que en esta región de Sudamérica habitaron los dinosaurios más grandes de la Tierra.
“La cantidad de restos encontrados que corresponden al menos a siete ejemplares diferentes hace que este sea el descubrimiento más completo de este tipo de dinosaurios gigantes a nivel mundial, un hallazgo trascendental para la ciencia”, aseguró a la AFP Carballido, paleontólogo del Museo Egidio Feruglio de Trelew, capital de Chubut, mil 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El hallazgo se produjo en una estancia a unos 260 kilómetros al oeste de Trelew, cuando un peón rural divisó lo que sería el fémur más grande hallado en el mundo, de 2,40 metros de largo. El hueso pertenecía a un saurópodo, un gigante hervíboro que vivió hace unos 90 millones de años, en el Cretácico Superior, según el director del museo Rubén Cúneo.
Lo que los científicos no podían imaginar cuando comenzaron las excavaciones en enero de 2013 era que hallarían además huesos completos de la cola, las patas, el torso y parte del cuello.
Esto es algo insólito para la ciencia, incapaz hasta ahora de reconstruir en forma completa a este coloso que pesaba 14 veces lo que un elefante africano adulto y era tan alto como un edificio de siete pisos.
El descubrimiento se produjo un día después de que se anunciara el hallazgo en Neuquén, también en la Patagonia, de los restos del primer dinosaurio diplodócido en América del Sur.
“Es algo extraordinario en todo sentido porque hasta ahora lo que se conocía a nivel mundial de saurópodos eran descubrimientos fragmentarios”, dijo el científico de 36 años.
Carballido, que integró un equipo de ocho investigadores argentinos y españoles, precisó que cuentan con “10 vertebras del torso, 40 de la cola, parte del cuello y patas completas”, lo que les permitirá “reconstuir completamente el animal”
La punta de un iceberg
Hasta ahora “sólo hemos recuperado lo que calculamos corresponde al 20% del yacimiento”, advirtió Carballido.
Hace millones de años, la zona donde se hallaron los fósiles estaba cubierta de frondosos árboles de más de 15 metros de altura, con los que se alimentaban estos animales que pesaban unos 100 kilos al nacer y podían alcanzar los 80.000 kilos.
“Los dinosaurios más grandes conocidos habitaron en el sur de Argentina (…), no teníamos evidencia de por qué esta zona era propicia para el gigantismo, ahora vamos a poder empezar a estudiarlo porque podremos desentrañar la historia evolutiva”, explicó.
Además de los restos óseos se hallaron fósiles de troncos e improntas de hojas, “con lo que podremos reconstruir completamente el ecosistema”, dijo el científico. “Vamos a poder hacer una reconstrucción muy precisa y responder muchos interrogantes”, insistió.
Los investigadores cuentan incluso con inserciones musculares, lo que por primera vez permitirá reconstuir la forma de los músculos, calcular la energía que necesitaban para moverse, testear en qué parte de la evolución se encontraban y qué tipo de alimentación requerían.
En el lugar se hallaron además unos 60 dientes, 57 de ellos correspondientes a dinosaurios carnívoros Teranotitan, los terópodos más grandes que habitaron la Tierra, que se supone eran carroñeros.
Años de investigación por delante
El saurópodo aún no tiene nombre y los científicos estiman que los primeros resultados de la investigación serán publicados en un año.
“La investigación tendrá varias etapas, primero daremos a conocer la nueva especie, sus características. Calculamos que nos llevará cinco años más realizar un estudio profundo de la anatomía de este animal, detallar la histología completa”, afirmó Carballido.
Paul M. Barrett, investigador de la División de Fósiles y Antropología del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que se trata de un descubrimiento valioso pero que aún hay mucho por confirmar.
“Este es un inspirador y nuevo descubrimiento de un dinosaurio verdaderamente gigante”, dijo Barrett. No obstante, “necesitamos saber más sobre la totalidad del tamaño y las proporciones del esqueleto, y usar varios métodos diferentes para investigar su posible peso antes de decidir si es definitivamente la especie de dinosaurio más grande que hayamos conocido hasta ahora”, apuntó.
El paleontólogo estadounidense David Burnham también manifestó que “muchas cosas aún deben ser comprobadas”, aunque destacó el sorprendente hallazgo.
“Uno realmente puede comenzar a reconstruir vida pasada cuando consigue un tesoro como este”, explicó el experto de la Universidad de Kansas, agregando que encontrar tantos ejemplares en un sitio podría además confirmar la hipótesis de que estos herbívoros vivían en manada.