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18 miembros de la mara Salvatrucha son condenados en EE. UU. por diez asesinatos

18 miembros de la mara Salvatrucha fueron condenados a penas de entre dos años a cadena perpetua por cometer diez asesinatos en EE. UU.

Pandilleros de la mara Salvatrucha

18 miembros de la mara Salvatrucha fueron condenados en EE. UU. por cometer diez asesinatos entre 2014 y 2017. (Foto Prensa Libre: EFE)

Dieciocho miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) fueron condenados este jueves en un tribunal de Tennessee (EE. UU.) a penas de entre 2 años de cárcel hasta cadena perpetua por diez asesinatos y varios intentos de asesinato, además de otros delitos, cometidos en ese estado entre 2014 y 2017.

Allí habían formado una sucursal de la pandilla que llamaron Thomson Place Locos Salvatrucha, formada por individuos salvadoreños y centroamericanos, dedicados al chantaje, el robo, el secuestro y el tráfico de drogas, según un comunicado del Departamento de Justicia de EE. UU.

A lo largo de sus tres años de actividad, hasta su desmantelamiento, esta célula de la MS-13 mató a diez personas, casi todos miembros de bandas rivales o pequeños delincuentes que no habían pagado una deuda de drogas.

Aunque en algunos casos las víctimas eran miembros de la propia banda que habían quebrado una de las reglas internas: no colaborar nunca con la justicia ni delatar a otros miembros.

Habitualmente, los asesinatos se cometieron por disparos, a veces en mitad de un bar o discoteca y otras tras persecuciones en la carretera, pero en algunos casos llegaron a extremos de particular crueldad, como cuando quemaron viva dentro de su vehículo a una de sus víctimas.

Dos de los condenados, Jorge Flores (31 años) y Kevin Tidwell (30), fueron condenados a perpetuidad más otras penas adicionales de varios años; los demás (todos varones salvo una mujer) lo han sido a penas de entre un año y 55 años.

La MS-13, que nació en la década de los 90 en el seno de la inmigración salvadoreña, extendió a lo largo de los años sus actividades por todo EE.UU., México y Centroamérica.

El Departamento de Justicia recuerda que el “código de honor” de la banda les obliga a luchar o matar a todos los que muestren falta de respeto por la autoridad, el poder o la reputación de la banda, o que contesten su control en un barrio, y subraya que el método habitual de entrada en la banda es la comisión de un asesinato para demostrar así su valor.