Mendoza indicó que la actividad comienza a las 6 horas y se suspende a las 12 horas, mientras todos almuerzan, y se retoma a las 14 horas y finaliza a las 18 horas. Se utiliza una pista de unos 800 metros de largo por 12 de ancho, en una calle de tierra de la parte baja de la cabecera.
Algunos coordinadores refirieron que el lugar es circulado con reglas de madera, para evitar accidentes con los vecinos y turistas que llegan a observar el evento, que consiste en correr de un extremo a otro de la pista, pero no es una competencia.
Expresaron que los jinetes utilizan nuevos atuendos típicos bordados con finos acabados, cintas de colores y un sombrero decorado con plumas. En sus orígenes se pagaba Q4 el día por el alquiler de un caballo, pero actualmente el precio por la jornada es de entre Q2 mil y Q3 mil.
Muerte
El alcalde Alfredo Florencio Pablo aseguró que, según la tradición, cuando algún jinete cae del caballo durante la carrera y muere, es señal o presagio de que será un buen año con abundancia en la agricultura, disminución de las enfermedades, económicamente es un espacio para tener ingresos o para emprender nuevos proyectos.
El jefe municipal puntualizó que todo está preparado para la tradición que se mantiene y esperan que tenga éxito, no solo porque se ofrece la vida del jinete. “Es un evento de nuestra cultura que divierte, pero que pone en riesgo la vida, porque los corredores lo hacen en estado de ebriedad”, dio a conocer Pablo.