“De manera general, puede considerarse como soluciones posibles la reubicación de la comunidad afectada, parcial o totalmente en sitios que sí reúnan condiciones aptas para vivienda; o bien, intervenir con obras dentro del cauce, las cuales garanticen seguridad en sus alrededores y normalidad en su régimen de flujo, tanto en el tramo que atraviesa el sector El Cambray 2 como aguas arriba y abajo de dicho tramo”, agregaba el documento.
Fechas recientes
El informe fue elaborado tras una evaluación realizada el 5 de noviembre del 2014, según consta en el Conocimiento número 02568, firmado por Enrique Godínez, técnico en monitoreo y análisis de riesgo, y por David Monterroso, subdirector de la Dirección de Mitigación de la Conred.
La solicitud para el análisis fue recibida en Conred el 24 de septiembre del 2014, y la hizo el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Metereología e Hidrología, aunque en los antecedentes del informe también se habla de una petición realizada por la Alcaldía de Santa Catarina Pinula.
Dieron agua y luz
Según su interpretación, lo que se determinó fue una cuestión de posible rebalse del cauce del río, que era el mayor peligro hallado.
Sobre medidas adoptadas tras el análisis de Conred, dijo que se inició la construcción de unos gaviones y se hizo dragado en el río.
También aseguró que desde que recibieron el informe, especialmente durante enero pasado, se socializaron las recomendaciones con las familias y propietarios de las viviendas. “Sin embargo, sabemos que por una variedad de razones las personas se quedaron en el lugar”.
Asimismo, Pocasangre manifestó que esa municipalidad no otorgó las licencias de construcción, aunque admitió que sí les brindaron servicios básicos como agua y energía eléctrica.
No fue suficiente
El secretario ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado, quien firmó el documento entregado a la comuna en diciembre pasado, sostuvo que no cuenta con un informe de la comuna de Santa Catarina Pinula sobre las recomendaciones cumplidas, aunque siempre están en comunicación.
Manifestó que sí recuerda que se realizaron visitas para concienciar a los vecinos sobre el peligro de residir allí.
“Tenemos que entender algo: ni la municipalidad ni la Conred tienen la facultad para sacar a la fuerza a las personas de las viviendas en riesgo. Nosotros tenemos alertas que nos dan una base para poder solicitar el traslado de las comunidades y podemos tomar algunas otras medidas, como cortar la energía eléctrica y los otros servicios básicos, pero siempre se entra en conflictividad”, subrayó.
El funcionario reconoció que la recomendación más importante era el traslado de los pobladores a otro lugar por el alto peligro en que estaban, lo cual evidentemente habría evitado la tragedia. “Pero ¿a dónde se trasladarían? Todo ese es un proceso que llevan las municipalidades”, precisó.
Finalmente, el máximo encargado de la Conred admitió que “no fue suficiente con comunicarles los riesgos”.
Opinión técnica
En un capítulo dedicado a la Emisión de Opinión Técnica, se advierte que el cauce del río Pinula ha sufrido varias fluctuaciones como consecuencia de factores geológicos e hidrometeorológicos, aunado a las acciones antropogénicas sin control alguno.
Además, se recuerda que el Acuerdo Gubernativo 179-2001 establece como zonas de alto riesgo las áreas que se encuentren dentro de una franja de cien metros horizontales hacia cada lado de todo río, zanjón y quebrada que sea tributaria de la cuenca del río Michatoya, y el “El Cambray 2 queda sujeto en su totalidad a lo establecido” en ese acuerdo.
De inmediato, los expertos aseguran que, según sus análisis, el sector ocupado por el caserío en mención puede pertenecer al lecho menor y mayor del río Pinula, “por lo que no correspondía permitir el emplazamiento de la comunidad en esta zona, ni se debieron autorizar las licencias de construcción (en caso hayan sido tramitadas)”.
“Otras de las medidas a considerar dentro del sector es un programa continuo para la conservación y estabilización de las laderas, dado que estas se caracterizan por pendientes pronunciadas y alturas relevantes. No deben invadirse ni permitirse el uso de estas zonas”, señala otra recomendación.
Conred, en su estudio, pedía que, en caso se decidiera mantener allí la comunidad, se reubicaran las viviendas al borde del río, y que el resto de viviendas que en diciembre pasado al menos estaban separadas del río por la calle de acceso, mantuvieran un monitoreo constante en el área, alertando a las autoridades ante cualquier eventualidad.
También sugería que se creara y fortaleciera la Coordinadora Local para la Reducción de Desastres y que esta funcionara conjuntamente con la Coordinadora Municipal para la Reducción de Desastres, en relación con eventos que ocurrieran cerca del río Pinula.
El riesgo en el lugar era más que evidente de acuerdo con el estudio, pues en las observaciones de campo dejaron registros de que El Cambray 2 está asentado en un valle relativamente estrecho, lo cual lo hace colindar con laderas de altura e inclinación considerable, a lo que se suma el factor del río Pinula.
Se señalaba que el sector se ha visto afectado por crecidas de ese río, puesto que muchas casas están dentro del cauce. Algunas viviendas ya estaban deshabitadas en noviembre del año pasado, pues sus habitantes eran conscientes del peligro.
Ese riesgo se podía ver en la gran cantidad de rocas de tamaño considerable que han sido arrastradas por la corriente, en tanto otras se han desprendido de laderas cercanas.
No permitir
El informe insistía en que la Municipalidad de Santa Catarina Pinula no debía permitir el desarrollo, incremento y ampliación de viviendas o infraestructura (sin estudios previos) en El Cambray 2.
El estudio añadía una serie de antecedente que, luego del desastre del jueves pasado, se podían considerar como una advertencia inicial de la naturaleza. Recordaba que en la época lluviosa del año pasado se socavaron las bases de algunas viviendas y una garita, la cual colapsó en su totalidad, en tanto ya se reportaba un puente de concreto sin soportes y la calle asfaltada del acceso estaba erosionada.
Con información de Glenda Sánchez.
