Esta técnica aplica métodos no farmacológicos para el alivio del dolor y la terapia en los puntos de reflejo o reflexología podal.
El sistema se denomina Fusión de conocimientos, actitudes y prácticas de la doula comunitaria a la comadrona tradicional, una experiencia para Guatemala.
En esta modalidad se les enseña a las comadronas el trabajo de la “doula” —asistente de partos— comunitaria en Brasil, una persona cuya labor es brindar apoyo emocional y físico durante y después del embarazo.
La capacitación tuvo una duración de cuatro meses y se impartió en el CAP de San Carlos Sija, donde participaron 55 comadronas y cinco auxiliares de enfermería de los puestos de Salud de ese municipio.
Este proyecto fue impulsado por Ana María Barrios, encargada del CAP, quien fue becada por la Cooperación Internacional del Japón (Jica) y recibió capacitación en Brasil y Paraguay para la atención humanizada de la mujer y el recién nacido.
Los conocimientos
“Se les enseñó a las comadronas el trabajo de la ‘doula’, la humanización que se debe tener hacia la paciente, métodos no farmacológicos para el alivio del dolor y la reflexología podal, que es una nueva técnica, con la cual se hacen masajes para que la embarazada se relaje y se puede hacer a partir de las 14 semanas de embarazo”, explicó Barrios.
Afirmó que buscan la dignificación del parto por medio de estos proyectos. “Muchas veces las futuras mamás están estresadas y tienen angustias, penas y emociones encontradas, y no se les da el valor que realmente tienen. En su casa, en lugar de darles más cariño les dan más trabajo, y tener un niño es una experiencia trascendental para cualquier mujer, por lo que hay que tener consideración con las madres”, indicó.
El proyecto fue apoyado por Jica por medio de la Asociación Guatemalteca de Becarios del Japón, la Unidad de Enfermería de Guatemala, el Área de Salud y la municipalidad.
Parto más humano
“También queremos implementar un parto más humanizado, para que las mujeres lo tengan como ellas lo quieran. Muchas veces la acostamos y le decimos que puje, y si no puede termina en cesárea. Entonces queremos darle una nueva temática, por si ella quiere tener a su bebé de rodillas o en vertical —parada—, para que no tenga tantas complicaciones”, afirmó Barrios.
Reducen mortalidad
Según las autoridades del Área de Salud, desde hace cinco años no se ha reportado ningún caso de muerte materna en San Carlos Sija, y consideran que se debe a la buena relación que tiene esa dependencia con las comadronas.
“No necesitamos tecnología, porque con las mismas cosas que tenemos en casa podemos ayudar a las personas. Manejando pertenencia cultural, utilizando plantas y todo lo que nos enseñaron nuestros antepasados, porque muchas veces tenemos en casa el medicamento, pero no sabemos cómo utilizarlo”, refirió Barrios.
Justa Gramajo, presidenta de las comadronas de San Carlos Sija, dijo que los partos eran arriesgados y dolorosos y la paciente sufría mucho, pero ahora son sin dolor, más rápidos y relajados, y se permite el acompañamiento del esposo, la madre o la suegra.
Plan piloto
Este es un plan piloto que se desea implementar en otros de-partamentos, expresó Verónica Pineda, coordinadora nacional de la Unidad de Enfermería del Ministerio de Salud. Afirmó que este mes una mujer de Sololá viajará a Brasil para aprender estas técnicas e implementarlas en ese departamento.