Estos delitos van desde atentado contra la vida, por la muerte de un periodista, agresión, incitación al desorden y daños a la propiedad pública y privada.
Un análisis del Centro para la Defensa de la Constitución (Cedecón) indicó entonces que los seguidores del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) habían incurrido en violaciones a la Constitución, tipificadas en el Código Penal.
Los funcionarios que participaron en los desórdenes atentaron contra 17 garantías constitucionales, lo cual hubiera ameritado la captura inmediata.
No protegieron la vida
Roberto Molina, presidente del Cedecón, opinó en aquella oportunidad que ni el Ministerio de Gobernación ni la Policía Nacional Civil habían garantizado la vida, la libertad de locomoción ni la libre emisión del pensamiento.
Además, se violó el derecho a la propiedad privada.
Molina dijo que el Estado también había violado el Artículo 135 de la Constitución, referente a la Protección a la Patria.
El Cedecón también aludió a la prohibición constitucional de formar grupos armados ilegales, en alusión a las turbas armadas con palos, piedras y machetes del “Jueves Negro”.
Otros delitos
Según analistas, se cometió homicidio preterintencional (Artículo 126 del Código Penal) contra la persona de Héctor Ramírez, reportero de un telenoticiero que murió de un paro cardiaco mientras era perseguido por la turba.
También se suman los delitos de agresión, disparos con arma de fuego, lesiones, plagio o secuestro, detenciones ilegales, coacción y amenazas.
Los delitos anteriores se refieren a la toma del Centro Empresarial, en la zona 10 capitalina, donde fueron mantenidas como rehenes cerca de 900 personas.
Luis Ramírez, del Instituto Comparado en Ciencias Penales y Sociales, expresó que el FRG y Ríos Montt se encontraban involucrados en delitos de “sedición y terrorismo”.
Ese “Viernes de Luto” agrupaciones políticas, sociales y civiles manifestaron su pesar a la Patria y a la familia de Ramírez por los atropellos cometidos.
Los “Viernes de Luto”
Durante el gobierno de Alfonso Portillo, derivado de atropellos y abusos en el aumento de impuestos, surgieron formas peculiares de protesta, como los llamados “Viernes de Luto”.
¿Cuál era el motivo de aquella serie de manifestaciones? Luchar contra los tributos que pretendían imponer la administración de Alfonso Portillo y el FRG, y luchar contra la corrupción que exhibía ese gobierno.
Estas reuniones, cada viernes en distintos lugares de la capital, tomaron su nombre de los “Viernes de Luto” en España, que los organizaban en esa década empleados públicos para protestar por los recortes salariales y laborales.