El fiscal Julio Armando Méndez, a cargo de la investigación, determinó que la escolta presidencial disparó nueve veces.
Un testigo dijo que hubo abuso de poder y que Sas Rompich fue asesinado a sangre fría. Méndez pidió un informe detallado a Arzú, ya que se consideraba como muerte extrajudicial.
Pedro Sas, padre de la víctima, exigió el 17 de marzo de 1996 una indemnización de Q134 mil.
En 1998, Sas presentó al tribunal un memorial para ser resarcido por un monto millonario en concepto de daños y perjuicios. Ese mismo año la solicitud fue denegada y hasta la fecha se desconoce si recibió reparación digna.
El 27 de enero de 1998 inició el juicio oral en Antigua Guatemala, al cual no se presentó Arzú. En una declaración justificó el actuar de Villanueva. Otro de los llamados a declarar fue el capitán Byron Lima Oliva.
El 2 de febrero de 1998, Villanueva fue sentenciado a cinco años de prisión y al pago de Q1 millón por responsabilidades civiles. El 4 de mayo de 1998 quedó libre, tras haber pagado una multa de Q8 mil 300.
El 21 de enero de 2000 nuevamente fue capturado junto a Lima Oliva por el asesinato de monseñor Juan Gerardi, ocurrido el 26 de abril de 1998. Ambos fueron sentenciados.
El 12 de febrero de 2003, durante un motín en el Preventivo de la zona 18, Villanueva murió decapitado. El 18 de julio de 2016 Lima Oliva pereció en un ataque armado dentro de la Granja de Rehabilitación Pavón. Ambos hechos pusieron fin a la vida de los controversiales militares acusados de la muerte de Sas Rompich y Gerardi.