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Sagradas huellas del tiempo

La arquitectura de muchas iglesias de Guatemala contiene elementos renacentistas, barrocos y góticos.

La iglesia de San Andrés Xecul es una mezcla entre el Barroco y el arte popular. (Foto: Hemeroteca PL)

La iglesia de San Andrés Xecul es una mezcla entre el Barroco y el arte popular. (Foto: Hemeroteca PL)

Antigua Guatemala, cabecera de Sacatepéquez, fue la capital de Guatemala desde 1543, hasta que, debido a una serie de terremotos en 1773, obligó a los gobernantes a cambiar su sede a la actual Ciudad de Guatemala, .

Sin embargo, fue allí donde se construyeron desde el siglo XVI los principales centros de veneración cristiana y a la vez, de influencia política, tal y como lo fueron las iglesias católicas en Europa durante la época del medioevo (que abarcó diez siglos antes del Renacimiento).

“Las influencias artísticas traídas a América, principalmente de Europa, desde el siglo XVI, tienen el referente barroco y renacentista de la época”, según Annis Verle en La arquitectura de la Antigua Guatemala. Escasamente estas construcciones tienen el influjo del gótico del que únicamente se encuentran las iglesias de Quetzaltenango y del municipio de San Felipe de Jesús, entre otras, y que fueron construidas en el siglo XVII y XIX, respectivamente.

Aún así, estas no conservan plenamente el gótico nacido en Francia. En Antigua, es donde se encuentran las características más puras del barroco y renacimiento.

El mosaico del barroco

“La característica que predomina en el barroco es la gran cantidad de ornamentos de las fachadas”, según el registro de Monumentos Históricos del Instituto de Antropología e Historia, IDAEH. Otro elemento visible es que el ancho de las naves es mayor que el de otro estilo arquitectónico utilizado en la construcción de iglesias.

Además, el uso de columnas, —en sus diferentes representaciones—, es un recurso utilizado por el barroco, así como las hornacinas colocadas generalmente a ambos lados y arriba de la entrada principal de las iglesias.

Entre estas se puede mencionar “la catedral de Santiago de los Caballeros de Guatemala (Antigua Guatemala) y el barroco popular del Templo de la Merced en la misma ciudad”, tal y como lo reporta un informe del Consejo para la conservación de la Antigua Guatemala.

En este último destaca “el uso de colores cálidos como el amarillo y el rojo en algunos elementos de la fachada”, según el IDAEH. Dentro del barroco popular se menciona, además, la multicolor iglesia de San Andrés Xecul, Totonicapán, construida a mitad del siglo XIX.

El sobrio renacimiento

Este estilo se hizo presente en Guatemala a partir del siglo XVI y el uso de la piedra color ámbar y lisa es una de sus principales características. Las fachadas de sus iglesias generalmente carecen de ornamento y sus campanarios se ubican a ambos lados. En este estilo se inscriben el actual Palacio del Ayuntamiento y la iglesia de San Agustín.

En la Antigua Guatemala, en donde no existen ya muchos ejemplos del renacimiento, puesto que para cuando tuvo su auge ya la ciudad capital había sido trasladada al Valle de la Asunción, en donde numerosos templos siguen sus líneas, por ejemplo La Catedral, San Francisco y La Recolección.

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