Agentes de dicha oficina ingresaron en las instalaciones de la compañía Agriprocessors Inc., a las 10 horas, en busca de evidencia de robo de identidad y falsificación de números de seguridad social, agregó.
En el recuento de la redada, 290 indocumentados fueron identificados como guatemaltecos; 93, mexicanos; tres, israelíes, y cuatro, ucranianos. Doce eran menores de edad.
Pánico en Postville
La empresa Agriprocessors Inc. es la principal planta de procesamiento de carne kosher (preparada según fórmulas del judaísmo) en Postville, Iowa, y en ella trabajaban 390 indocumentados.
Mary McCauley, una religiosa católica de la iglesia St. Bridget, fue testigo de lo ocurrido. “La gente pudo escuchar y ver los helicópteros sobrevolando la zona. Han entrado en pánico y llegan a la iglesia en busca de un lugar seguro”, narró.
La religiosa dijo que días atrás comenzaron a circular rumores sobre un allanamiento. “Los agentes de Inmigración llegaron en autobuses, camionetas y dos helicópteros”, refirió McCauley, quien acudió a la planta para ayudar a los trabajadores, pero no se lo permitieron. “Algunos de los que iban a ser arrestados fueron colocados contra la reja y les amarraron las manos”, aseguró.
Mensajes negativos
Marlon González, de la Coalición de Inmigrantes de Guatemala, con sede en Florida, expresó su indignación por lo ocurrido en Iowa, y pidió apoyo del presidente Álvaro Colom para los detenidos.
“EE. UU. les demuestra a los empresarios por qué no deben contratar a indocumentados, pero también envía un mensaje desafortunado, porque compara con terroristas a quienes compran tarjetas del seguro social para trabajar”, dijo.
“Los migrantes no están robando ninguna identidad para cometer actos de terrorismo”, aseveró.
González refirió que, con este tipo de procedimientos, Estados Unidos dice: “‘Aquí no hay trabajo, la economía está mal y por eso vamos a revisar, detener y procesar a todos los indocumentados’. Está diciendo que va a perseguir a los que lleguen”.
Tortura psicológica
El endurecimiento de las leyes antimigratorias de EE. UU. mantiene en vilo a millones de indocumentados, ya que jueces autorizan órdenes para allanar restaurantes, empresas y lugares públicos donde indocumentados podían sentirse seguros.“Es una tortura psicológica; los persiguen las 24 horas del día. Nadie puede vivir tranquilo si lo acosan de este modo”, dijo Marina Díaz, activista pro derechos migratorios.
Proceso dudoso
Los capturados fueron trasladados a un terreno usado para la Feria del Congreso Ganadero nacional en Waterloo, donde fueron sometidos a juicio. A 40 mujeres se les liberó pero fueron sometidas a control por medio de brazalete electrónico. Por su parte 250 guatemaltecos fueron trasladados a varias cárceles mientras esperaban la inminente deportación.
Durante cinco meses los deportados manifestaron que fueron humillados y permanecían apresados en condiciones precarias.
Los primeros 13 guatemaltecos arribaron un mes después de la redada al país, en medio de la incertidumbre ya que muchos de ellos tenían una vida en el país norteamericano, esto agregado a las deudas que contrayeron para poder viajar al “sueño americano”.
Solidaridad
Luego de regresar al país, muchos de ellos se organizaron en una Asociación para salir adelante de los problemas que afrontarían. Algunos fueron beneficiados con casas por parte de organizaciones no gubernamentales y otros recibieron capacitaciones para que aprendieran oficios que les permitieran salir adelante.