El aparato fue traído por el peluquero italiano Carlos Valenti Sorie, quien lo instaló en el local donde también funcionaba su barbería, en el Pasaje Aycinena. La expectación en los guatemaltecos era grande, ya que tendrían una nueva forma de entretenimiento. Otra teoría es que Emilio, hijo de Valenti Sorie, introdujo el cine al país y hacía las presentaciones en el lugar conocido ahora como las Cien Puertas.
Luego de la primera proyección surge el Cine o Sala Valenti, que funcionó en la 9a. avenida y 9a. calle, en pleno centro de la capital.
Las exhibiciones fílmicas tuvieron éxito, ya que la admisión era más barata que una entrada a una función artística en el desaparecido Teatro Colón.
Como se sabe, las primeras películas eran mudas, y para compensar la falta de sonido eran amenizadas con marimba, bandas musicales y orquestas. En 1927 surgieron los filmes sonoros.
En la década de 1930 era usual que en los barrios se exhibieran películas en cines ambulantes, costumbre que seguiría hasta la década de 1960.
Entre 1940 y 1950 surgieron las salas de cine Lux, Pálace, Cápitol, Variedades y Rex. Luego se abrieron otras como Bolívar, Tropical, Fox, Real, Reforma, Tikal, Capri, Colón y Norte.
En 1968 llegó al país otra opción para disfrutar de las películas populares, el autocinema. Este funcionó cerca de una década en la calzada Roosevelt y tenía capacidad para unos 500 automóviles.
El declive de las tradicionales salas de cine se dio cuando aparecieron los centros comerciales que incluían en su oferta cines con tecnología moderna.
En la actualidad, estos espacios han sido ocupados por negocios e inclusive iglesias, y solo quedan como recuerdo de una época de la ciudad.
Cine nacional
Los intentos de producciones netamente guatemaltecas son tan antiguos como la misma industria. Las primeras imágenes grabadas fueron de las Fiestas de Minerva en la primera década del siglo XX por Valenti. Las filmaciones continuaron en esa línea documentando ferias y procesiones.
En 1949 se presenta la primera película filmada en el país: “Cuatro vidas”, coproducida con México. Pero la primera producción cien por ciento guatemalteca se realizó en 1950 dirigida por Guillermo Andreu Corzo y se tituló “El Sombrerón”. Además de los filmes con fines de entretenimiento surgieron aquellos con vocación propagandística. Muestra de ello son varias cintas de las giras que realizaba el presidente Jorge Ubico en la década de 1940.
En las décadas de 1960 y 1970 surgen los cineastas Claudio y Rafael Lanuza quienes producen varias películas documentales y de ciencia ficción. Sobresalen sus películas: Candelaria, Superzán y el niño del espacio, El Cristo de los Milagros, Terremoto entre otras. Destaca en esta época también La princesa Ixquic producida por Aroldo y Herminio Muñoz Robledo basada en el Popol Vuh.
La industria cinematográfica de Guatemala vivió un letargo durante la década de 1980 y es hasta 1994 cuando se exhibe El silencio de Neto, ambientada durante los sucesos de 1954. Esta película obtuvo numerosos premios en festivales internacionales.
La década de 2000 y hasta nuestros días la producción guatemalteca ha florecido y cada año se producen más películas, resaltan las cintas La casa de enfrente, Donde acaban los caminos, Las cruces, Gasolina y en la presente época Ixcanul, la que se convirtió en la película guatemalteca más premiada a nivel internacional.