También llegaron Mario Antonio Sandoval Samayoa, actual vicepresidente de Prensa Libre y actual presidente de Guatevisión; el hoy Embajador de Guatemala en Londres, Acisclo Valladares; y quien escribe esta nota Julio César Anzueto de León, entonces redactor de Prensa Libre, quien fue invitado especial del Gobierno de Suecia a través de su Embajada en Guatemala, para informar del histórico acto.
También asistieron algunos guatemaltecos residentes en Suecia acompañados de sus respectivos cónyuges.
Recuerdo vivamente que Miguel Angel Asturias llegó procedente de París un día antes, acompañado de su esposa Blanca Mora de Asturias y del escritor y periodista Manuel José Arce (quien firmaba sus columnas para diario El Gráfico como “Diario de un Escribiente”), quienes llegaron en ferrocarril a un Estocolmo que los recibió con intenso frío y nieve hasta las rodillas.
El acto, en ese 10 de diciembre de 1967, se inició con los himnos de Suecia y Guatemala, aplaudidos intensamente.
Seguidamente el Rey pronunció su discurso con elogios para Miguel Angel Asturias por su estilo del llamado “realismo mágico” y seguidamente le entregó el Premio. Miguel Angel respondió agradeciendo en nombre (dijo) “de mi Guatemala natal” con su acostumbrado vozarrón y el público aplaudió poniéndose de pie.
A este acto siguieron otros puntos de un programa que terminó hasta entrada la noche con la asistencia del nuevo Premio Nobel a la coronación de “la Lucía” (tradición sueca que recuerda a Santa Lucía, patrona de los ciegos).