La primera imagen en recibir la consagración en la Capitanía General de Guatemala y en todo el continente americano fue la de Jesús Nazareno que se veneraba en el convento de Nuestra Señora de La Merced en la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, esa imagen, es hoy conocida como “Jesús de La Merced” o el “Patrón Jurado”, el nazareno guatemalteco por excelencia y que hoy se encuentra en el Templo de la Merced de la Nueva Guatemala de la Asunción.
¿Porqué consagrar imágenes?
Consagrar es dedicar al culto divino personas, objetos sagrados y otros símbolos. Los israelitas consagraban a sus reyes derramando aceite sobre la cabeza. Esta sustancia, según Exodo 30: 23-33, estaba compuesta, por orden de Dios, con “mirra excelente, canela aromática, cálamo casia y aceite de olivas”.
Las cosas tocadas por esta mixtura “serán santísimas”, según las Escrituras. La Iglesia Católica, mediante el santo crisma, unge en la frente a los niños al momento del bautismo y a los enfermos en pies, cabeza y manos. En el caso de las imágenes, se aplica en frente, manos y pies.
Para que una imagen pueda ser consagrada se piden ciertos requisitos, entre ellos, tener una devoción popular, calidad artística y cierta antigüedad.
Hace 300 años
Regresando al génesis de esta ceremonia, Juarros describió en sus crónicas, con mucho detalle como fue la consagración de la primera imagen en América. El responsable de la ceremonia fue el Obispo Fray Juan Bautista Álvarez de Toledo, ofm, XV obispo de Guatemala.
La imagen que recibiría la unción fue Jesús Nazareno del Convento de Nuestra Señora de la Merced, imagen que para ese entonces tenía apenas 62 años de haber sido expuesta al culto de los feligreses de la ciudad. Se dice que la perfección escultórica y su unción sagrada motivó que se hiciera la solicitud al obispo para que fuera consagrada.
El día 5 de agosto de 1717 fue el día escogido para la ceremonia, la fecha no era cuestión de casualidad, era la víspera de la fiesta católica de la “Transfiguración”, que recuerda el momento en el que Jesús se “transfiguró” en el monte Tabor frente a tres de sus discípulos. El brillante sermón que realizara fray Antonio de Loyola hace un símil sobre lo que significaba la consagración y la transfiguración.
Juarros describe que la imagen del Nazareno fue sacado de su capilla, cuyo retablo aún podemos admirar en el Templo de La Merced, y fue puesto en el presbiterio del Templo Mercedario de la ciudad colonial, “con cuanta decencia se pudo”.
La liturgia tuvo un gran realce gracias a la participación de los miembros de la Real Audiencia (máxima entidad de gobierno en la época hispánica), el Ayuntamiento de Santiago, el Cabildo de la Catedral, las diferentes órdenes religiosas y la participación masiva del pueblo.
Indica el cronista: “La ceremonia se inicio después de que el Ilmo. Obispo bendijo el incienso y el pan; ungió primero la cruz en cinco partes: en los cuatro extremos y en el centro. El padre Provisional de Santo Domingo el R.P.M. Fray Joseph Xirón, sostuvo el crisma que se empleo para la consagración, el R.P.M. Fray Vicente Guerra los algodones, los padres Fray Agustín Cano, fray Antonio de Arriaga y Fray Damián Regil, todos dominicos, tenían el pan y otras cosas del uso sacro. En seguida se ungió la imagen: primero en la frente, luego en el pecho, en las manos y en los pies. Concluida la consagración se canto el Te Deum”.
La iglesia fue adornada por dentro y por fuera, se pusieron dos aparadores con 200 fuentes y 60 picheles de plata, según la crónica. La Orden de Predicadores apadrinó la ceremonia.
Pueblo, nobleza, autoridades civiles y religiosas, unidos en un acontecimiento ejemplifican la importancia en dicha época de esta ceremonia y de porqué hasta nuestros días se sigue realizando.
La crónica señala que las fiestas de la Consagración de Jesús de la Merced se prolongaron por ocho días. Esta es otra muestra de cómo se incluían las manifestaciones de carácter popular en las celebraciones religiosas: castillos de luces, carrozas triunfales y alegóricas. Muchos de los gastos de pólvora y de la consagración quedaron registrados en los Libros de Aumentos de la Cofradía Penitencial de Jesús de La Merced.
El Sermón
Una pieza literaria de gran valor la constituye el Sermón predicado por Fray Antonio de Loyola, regente de los estudios del Convento Mercedario el día siguiente, 6 de agosto de 1717 y cuyo contenido recuperó el Lic. Miguel Álvarez Arévalo, cronista de la ciudad capital en su estudio “De Panchoy a la Ermita” sobre el traslado de Jesús de la Merced al Valle de la Ermita. Aquí se detallan algunos fragmentos:
Que festivo alboroto es este, que tanto nos inquieta. A Jesús le hecho el agua un baptista, que novedad puede ser para tan grande alegría el que nuestro baptista le ponga los santos oleos. Baptizó a Jesús en al rivera del Jordán San Juan Baptista, y os lo unge con los Santo Oleos quando lo consagra, otro baptista grande, Principe de la Iglesia, y primer parroco de ella, que novedad ai pues oi, para esta ruidosa fiesta, nada mas que lo dicho: Su soberana uncion misteriosa. Es Christo lo mismo ungido y siendo Jesús Nazareno, lo mismo que consagrado. “
“O mil veces dichosa y siempre santa ciudad, dichosos nosotros los que vivimos en ella, tenemos en esta sagrada ymagen , quien nos defienda y nos libre de todo el mal, quien nos favorezca y nos haga bien, quien salga y saque la cara si fuere necesario para cualquiera que lanze una invasión enemiga: por que es verdadera imagen de nuestro capitan Jesús, para que quede de oi en adelante por consagrada y ungida, hecha reyna de las demás imágenes; queda sin tener segunda ni semejante: queda ya gloriosamente transfigurada, por favor especial de ntro. Ilmo. Principe, pero no puede negarsele tambien el influjo, al devoto de que lo a conseguido y solicitado, puesto que a el en primer lugar se le debe” (se respetó la redacción original).
Concluidas las fiestas de consagración, la devoción al Nazareno Mercedario aumentó, al punto que los feligreses y la Cofradía solicitaran al Ayuntamiento declarar a la imagen como “Patrón contra las calamidades”, extremo que fue aprobado y consumado el 28 de febrero de 1721, cuando los miembros del Ayuntamiento se dirigieron a la capilla del Nazareno y juraron celebrar la fiesta de La Reseña todos los martes santos a perpetuidad. Desde entonces la procesión de la Reseña se ha realizado ininterrumpidamente a pesar de los terremotos y los traslados entre el Valle de Panchoy al de la Ermita y recuerda ese histórico juramento.
Trescientos años después de la histórica ceremonia, la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced prepara una serie de actos religiosos y culturales para conmemorar la efeméride la cual tiene como punto sobresaliente la Procesión Extraordinaria de Jesús de La Merced el día 5 de agosto de 2017 día en el que se recuerda el Tricentenario y que recorrerá durante 12 horas el centro histórico de la capital.
La primera Virgen consagrada
Tendrían que pasar veintiún años después de la consagración de Jesús de la Merced para que la ciudad de Santiago volviera a ver otra similar. El 23 de mayo de 1738 se consagró a la Virgen de los Dolores de la ermita del cerro del Manchén, una de las imágenes que representaba los siete dolores de la Virgen. El obispo consagrante fue Fray Antonio López de Guadalupe, Obispo de Comayagua.
La ceremonia fue realizada también en el Templo Mercedario, se dice además que fue realizada frente a Jesús de La Merced. Además de haber sido ungida, la imagen fue coronada episcopalmente.
Pregón Cuaresmal del primer fin de semana
Viernes 3 de marzo
- Velación de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Salvación, Ermita de Santa Catalina Bobadilla, Antigua Guatemala, de 8 a 23 horas.
- Velación de la Consagrada Imagen del Cristo del Perdón, San José Catedral, Antigua Guatemala. De 8 a 22 horas.
- Procesión del Silencio con Jesús Nazareno, Rectoría de Santa Catalina, zona 1. De 19 a 22 horas.
Sábado 4 de marzo
- Velación de la Consagrada Imagen de la Santísima Virgen de Dolores, Santuario de San Felipe, Antigua Guatemala. De 8 a 22 horas.
- Velación de Jesús Nazareno de la Caída. Parroquia San Joaquín, Villa Canales. De 9 a 21 horas.
- Procesión de Jesús Nazareno de la Caída, conmemorando 30 años de consagración, Aldea de San Bartolomé Becerra. Salida: 14 horas.
- Procesión del Silencio con la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Mixco. Parroquia de Santo Domingo de Guzmán. De 14 a 24 horas.
- Traslado procesional y velación de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno del Consuelo, Parroquia del Santísimo Nombre de Jesús, La Recolección. A partir de las 19 horas.
Domingo 5 de marzo
- Velación de Jesús Nazareno Redentor del Mundo. Parroquia de la Santísima Trinidad, barrio el Gallito, zona 3. De 12 a 20 horas.
- Velación de Jesús Nazareno Redentor de los Cautivos, Parroquia de Santa Marta, zona 3. De 13 a 18 horas.
- Velación, misa y procesión de Jesús Nazareno de la Aldea San Antonio el Teocinte, Santa Rosa. De 10 a 20 horas.
- Procesión de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Salvación y Santísima Virgen de Dolores, Aldea Santa Catalina Bobadilla, Antigua Guatemala. De 11 a 23 horas.
- Procesión de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno Redentor y Santísima Virgen de Dolores, Parroquia Concepción de Villa Nueva. De 12.15 a 22.15 horas.
- Procesión de Velación de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno del Consuelo. Templo de la Recolección. De 15 a 21.30 horas.
- Procesión de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de San Juan De Dios, Quetzaltenango. De 3 a 21 horas.
- Concierto de música sacra. Iglesia Santa María Reina de la Familia, Cayalá, zona 17. De 15.30 a 17.30 horas