La medida, denominada “Día de la Dignidad Nacional”, que ha sido convocada por la cúpula empresarial organizada, y acuerpada por estudiantes, algunos sindicatos y otros grupos, pretende hacer entrar en razón al gobierno de Alfonso Portillo.
“No son sólo los impuestos”, aseguró Felipe Bosch, presidente de la Cámara de Industria; “es un movimiento que inicia contra la corrupción, la impunidad y por la transparencia”, agregó.
Según el empresario, el Congreso “echó la gota que derramó el vaso” al aprobar el paquete tributario, pero el descontento viene desde mucho antes, debido al mal uso de los fondos públicos.
Día de tensión
Sin embargo, el clima que se vive desde ayer en todo el territorio nacional ha puesto los nervios a flor de piel a muchos ciudadanos.
Desde temprana hora, se observó en la capital y algunos departamentos movimiento de numerosos elementos de la Policía Nacional Civil.
“Tenemos órdenes de disolver cualquier disturbio y velar porque el orden se mantenga”, dijo un agente consultado que no quiso identificarse.
Byron Barrientos, ministro de Gobernación, indicó que activarán el plan antimaras, para evitar que “ese tipo de grupos” se aprovechen de las manifestaciones.
Asimismo, se estableció que 16 mil efectivos policíacos se encuentran concentrados, para afrontar cualquier contingencia.
Lejos de encenderse una luz en la vía del diálogo, el enfrentamiento entre empresarios y autoridades sube de tono.
La dirigencia del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras, Cacif, aseguró que se reserva el derecho de iniciar acciones legales contra Juan Francisco Alfaro, ministro de Trabajo, por acusarlos de cometer delito de sedición e incitación pública.
“Esta actitud sólo pone de manifiesto su ignorancia respecto de lo que establece el ordenamiento penal guatemalteco”, expresó la cúpula empresarial.
El precio de…
El paro podría representar pérdidas por Q400 millones para el sector productivo, pero el Cacif considera que la dignidad no tiene precio.
Felipe Bosch insiste en que la medida podría ser sólo el inicio de un proceso que abra espacios.
“Si hubiera transparencia y priorización en el gasto público, el Gobierno podría estar tranquilo y tener la solvencia moral de subir impuestos”, agregó.
Desde afuera
Toda esta situación ha comenzado a preocupar más de la normal a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea, UE, que ha externado su disposición a colaborar en lo que sea posible para ayudar a solventar los problemas actuales.
Ayer, representantes del Cacif se reunieron con delegados de la UE, para exponerles sus puntos de vista respecto de la situación general del país.
Marcio Cuevas, dirigente empresarial, explicó que se habló de las posibilidades de diálogo, siempre y cuando se respeten las condiciones que exigen, así como la intención de promover la reactivación económica nacional.
Cuevas expresó que, quizás, el tema más importante fue el de la corrupción y la transparencia del gasto. “Sentimos que ellos entendieron bastante bien nuestra preocupación por estos temas”, señaló.
Los ojos del mundo mirarán con atención al país.
Conforme transcurran las horas del día, se sabrá si el paro nacional tuvo la misma fuerza que hace 14 años, cuando el entonces presidente, Vinicio Cerezo, en una situación similar, tuvo que dar marcha atrás con su paquete impositivo.
Protestan contra injerencia
Con la quema de una bandera de los Estados Unidos y de figuras que representaban a Prudence Bushnell, embajadora de ese país, y al presidente, Alfonso Portillo, se efectuó una multitudinaria marcha de protesta contra el incremento al IVA.
Esta vez, más de 5 mil personas, entre estudiantes del nivel medio y universitario, padres de familia, sindicalistas, maestros, jubilados y vendedores informales formaron una larga y ancha columna humana unida en gritos contra el Gobierno y grupos financieros internacionales.
“La protesta es para que los organismos internacionales sepan que el pueblo de Guatemala rechaza un incremento tributario que nos hará más pobres”, comentó Moisés Fuentes, dirigente del Sindicato Magisterial, al referirse al IVA.
La postura de los manifestantes obedece a que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo han sugerido en reiteradas ocasiones el incremento de ese impuesto.
Al paso de los manifestantes, numerosos automovilistas se detenían para hacer sonar sus bocinas en apoyo de la protesta, cuyos miembros llevaban gorgoritos, cohetillos y bombas pirotécnicas.
Algunos propietarios de comercios optaron por cerrar las puertas de sus negocios.
Al llegar frente a la embajada estadounidense, la cual estaba protegida por un contingente de antimotines, se sucedieron los diversos discursos de rechazo, protesta y crítica contra lo que se consideró una injerencia extranjera para presionar al Gobierno guatemalteco a incrementar el IVA.
También se leyó una carta dirigida a la embajadora Bushnell, la cual entre otras críticas decía: “Portillo ya agotó la cuota de confianza que el pueblo le brindó”, y le solicita al gobierno estadounidense “retire el respaldo que mantiene a las acciones” tomadas por el Gobierno guatemalteco, y que “respete la soberanía” del país.
Luego, fueron quemadas las figuras de Bushnell y Portillo, así como una bandera de los Estados Unidos; después, la marcha se dirigió al Ministerio de Educación, donde se acusó al titular de la cartera de mentiroso y manipulador, por suspender las clases.
Kay Mayfield, vocera de la embajada estadounidense, dijo: “Respetamos el derecho de reunirse pacíficamente para expresar opiniones, lo cual es un derecho fundamental. En cuanto al cambio de las leyes fiscales, esas son decisiones políticas internas de las autoridades guatemaltecas; no tenemos ningún comentario que emitir”.