Sin embargo, un hecho que conmocionó al continente fue un fuerte sismo que devastó varias regiones del Perú mientras se disputaba el partido inaugural del Mundial de Fútbol. Prensa Libre recogió en su edición del 1 de junio de 1970 las primeras informaciones del movimiento telúrico.
“El terremoto del Perú ocurrió cuando Limeños oían el primer juego del Mundial” titulaba la nota periodística. Un cable de la agencia AP desde Lima, capital peruana, informaba sobre los pormenores del sismo.
Un fuerte terremoto de creciente intensidad se sintió ayer aquí provocando alarma entre la población. De inmediato no hubo informes de víctimas. El movimiento sísimico comenzó a las 15.25 horas con poca fuerza, pero cobró intensidad y la gente se lanzó a las calles presa del pánico.
Hombres y mujeres, niños y ancianos, trataban desesperadamente de encontrar un lugar para guarecerse. Muchos se arrodillaban y rezaban en plena calle, mientras otros lloraban abrazados. Las escenas más dramáticas pudieron verse en los poblados humildes cercanos a Lima.
Aunque con la polvareda era difícil apreciarlo, pareció que varios edificios altos se bamboleaban, y había informes no confirmados de que habían ocurrido derrumbes.
Este fenómeno fue uno de los más fuertes que ha experimentado esta ciudad en los últimos años, luego del 17 de octubre de 1966, el que causó grandes daños materiales.
La ciudad estuvo por breves instantes envuelta en una polvareda. La gente trataba de tomar algún vehículo para llegar a sus hogares. La alegría imperaba en la ciudad, por la fiebre del campeonato de fútbol, que se inició ayer en México. La mayoría de los aficionados escuchaban en sus transistores los pasajesdel encuentro. Otros en sus hogares y en los bares observaban la transmisión en los aparatos receptores de televisión.
Cuando todo era alegría y comentario de los diversos pasajes del partido entre México y Rusia, sobrevino el susto, y en el nerviosismo todos se olvidaron del partido de fútbol para indagar por sus familiares.
Las emisoras locales dieron cuenta del movimiento y pidieron calma a la población. Radio Reloj informó que en Caneta, 168 kilómetros al sur de Lima, se sintió el sismo con la misma intensidad que en Lima y que resultaron heridos algunos vecinos al tratar de salir de sus hogares para ganar la calle.
El teremoto tuvo su epicentro en el Océano Pacífico a 965 kilómetros de la zona costera del Perú, y el centro de huracanes de Washington infromó que tuvo intensidad de 7.5 en la escala de Richter.
Conforme pasaron los días se supo de la magnitud de la tragedia en el Perú, ya que por la falta de comunicaciones en un principio se desconocía la suerte de dos poblaciones que fueron borradas del mapa por un alud que bajó de una montaña cercana.
Las ciudades de Huaraz y Caraz desaparecieron por un alud que bajó del monte Huascarán y que rompió un dique natural de uno de los lagos de los Andes, dejando salir un torrente de agua que arrasó con las ciudades cercanas al puerto de Chimbote. El saldo final de las víctimas del terremoto y del alud se calcularon en más de 80 mil.
Fiebre mundialista
El campeonato mundial de fútbol era esperado por millones de personas alrededor del mundo en especial por ver a figuras legendarias del balompié como Pelé y Franz Beckenbauer. Y por que éste se realizaría en el continente americano.
El mundial vivía su primera época en la que era conocido como “Copa Jules Rimet” en honor al que fuera presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado durante más de treinta años. La nota periodística indicaba lo siguiente:
“El brillo, entusiasmo y calor mexicanos, sirvieron de marco ayer a la ceremonia de inauguración de uno de los torneos deportivos más espectaculares del mundo: la copa Jules Rimet de fútbol”.
Más de 105 mil aficionados estremecieron el Estadio Azteca al entonar el himno mexicano segundos después de que el presidente Gustavo Díaz Ordaz había declarado abierta la novena copa mundial de fútbol.
Más de 600 millones de aficionados de todo el mundo siguieron la ceremonia inaugural por televisión. Desde temprana hora millares de aficionados que lucían los colores verde, blanco y rojo de México empezaron a llenar el Azteca.
La ceremonia de inauguración comenzó a las 11 horas locales con el desfile de la banda de la marina de guerra y de un contingente de soldados con las banderas de los países miembros de la FIFA. Momentos después salieron a la cancha los 16 equipos finalistas en la novena copa mundial representados por niños de las ligas infantiles de fútbol con los colores oficiales de cada uno de los equipos.
El presidente de la federación mexicana de fútbol, Guillermo Cañedo, dio la bienvenida a los países participantes en el campeonato mundial.
El partido inaugural fue disputado por las selecciones de México, la anfitriona, y la Unión Soviética. El encuentro fue calificado como una cátedra de “juego limpio”.
Las defensas de los equipos de Rusia y México tuvieron a raya a las delanteras de ambos. Únicamente en tres o cuatro ocasiones los jugadores consiguieron crear situación de pleigro para disparar al arco. Pero la mayoría de los ataques fueron frenados antes de que los delanteros pudieran filtrarse hacia la valla.
Bishoveys, Asatiani y Muntian se destacaron ayer en el equipo soviético y el capitán Peña el interior izquierdo Horacio López y Héctor Pulido en el de México. El partido finalizó con un empate sin goles entre las dos escuadras.