Uno los procesos de metamorfosis más ágiles empezó desde las elecciones de 1995. Uno de los objetivos de las organizaciones fue transformarse cuanto antes para seguir participando en los próximos comicios, según reportó el Departamento de Organizaciones Políticas del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Los cambios implican un poco más que maquillaje, porque incluyen modificación del nombre, el símbolo, la ideología y hasta del comité ejecutivo.
Para hacer legal una cirugía mayor, muchos partidos de entonces recurrieron a asambleas nacionales. Otra salida legal más rápida fue el endoso de la ficha del partido a algún interesado.
Algunos partidos, a veces la mayoría, dejan un mal recuerdo de su paso por la administración pública. Esas agrupaciones requieren de una reforma total, para dejar atrás la pésima imagen.
Este fue el caso del Movimiento de Acción Solidaria (MAS), cuyos miembros se vieron envueltos en un remolino de desgaste y desprestigio después del autogolpe de Estado de Jorge Serrano Elías. Serrano Elías vio nacer a su partido pero ya no lo vio desvanecerse.
La gloria y brillo del MAS fueron tan efímeros como el paso de Serrano Elías por el poder. Al salir éste de Guatemala dejó casi en la orfandad a su agrupación política, con altos riesgos de desaparecer.
A raíz de ese exabrupto, varios quetzaltecos decidieron tomar control de los despojos, el 4 de agosto de 1996. Para borrar de una vez por todas a Serrano, le cambiaron estatutos, nombre y símbolo al partido.
Lo único que conservaron fueron los colores rojo y blanco. El TSE aceptó la modificación el 4 de abril de 1997.
En aquel entonces, un grupo de jóvenes decidió rescatar al malogrado partido y volverlo ARDE.
Más transformaciones
La prisa por participar en los comicios de 1995 hizo que una coalición de izquierda sacara de las cenizas al desaparecido Partido Revolucionario (PR) y lo transformara en el Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG). El PR era herencia de la Revolución de 1944 y había gozado de prestigio, pero durante la década de 1990 sus dirigentes enfrentaban serios cuestionamientos por corrupción.
En 1995, el secretario general del PR, Rafael Arriaga, accedió a prestar la estructura jurídica del partido y con esto vino la metamorfosis. Del mapa azul sobre fondo amarillo se pasó al personaje del FDNG. Dicho cambio quedó registrado el 29 de agosto de 1995.
El objetivo de tal transformación fue que la insurgencia no contaba con un brazo político mientras terminaban las negociaciones de paz. Sin embargo, Arriaga no fue tan dócil como lo imaginaron los líderes guerrilleros y la alianza terminó en rompimiento.
Otro de los cambios fue el del Partido Libertador Progresista (PLP), fundado originalmente como Partido Liberal Progresista. Cuando Acisclo Valladares llegó a la entidad, se modificó de un plumazo el nombre el 3 de abril de 1995.
Para dar la impresión de pacificador, el PLP cambió la imagen del avión de guerra que ostentaba el PLP por la de un avión comercial.
Desaparecen
Abundan las transformaciones, adaptaciones y procesos de reinvención. Entre la pila de nombres figuran Unidad Nacionalista, antes Frente de Avanzada Nacional; el Partido Social Cristiano se transformó en Alianza Democrática; la Unión Social Demócrata se transformó en La Organización Verde, y siguen los cambios y hasta desapariciones.
Y así se sigue alimentando el cementerio de los partidos políticos que, primero, vieron en el cambio de nombre y símbolo la oportunidad de seguir en el escenario político, pero luego desaparecieron por la ley natural del cambio sociopolítico.
Veinte años después de esa oleada de cambios, y luego de las elecciones generales de 2015, varias agrupaciones políticas están condenadas a morir, lo cual no excluiría a los partidos que han llegado en la última década al poder.
https://www.youtube.com/watch?v=iAWSc3bg3Ls
Vida política y caída de Jorge Serrano Elías. (Video: tomado de Youtube)