Andando en el tiempo, el 1 de mayo de 1952, en Quetzaltenango la marcha del trabajo partió del local que ocupaba la Federación de Trabajadores de Occidente y recorrió las principales calles de la ciudad.
El desfile transcurrió ordenado y sin mayores contratiempos, para luego culminar en el parque Centroamérica, donde los participantes desarrollaron un mitin el cual se inicio con el Himno Nacional escuchado por personas de todas las clases sociales.
Los trabajadores de Quetzaltenango dijeron que no habían recibido ni tenían que recibir consignas del exterior para lograr los anhelos de la clase trabajadora. Hicieron hincapié en que todos lo guatemaltecos sin distinción de clases e ideología política debían anhelar y luchar por una paz verdadera y duradera.
Es digno de la clase trabajadora que participó en la celebración del 1 de mayo el que todos los oradores no atacaron a ninguna potencia exterior y sobre todo no se escuchó la ya trillada frase “del imperialismo yankee”.
1 de mayo de 1955
Los trabajadores pidieron al presidente Carlos Castillo Armas la reafirmación de conquistas laborales por medio de un pliego de peticiones que le fue entregado durante la celebración del Día del Trabajo. En el documento se hacía referencia a que se mantuviera la vigencia del Código Laboral, respeto al sindicalismo y libertad de trabajadores detenidos.
1 de mayo de 1964
Un pequeño grupo de aproximadamente 300 de personas marchó como parte de la conmemoración del Día del Trabajo, organizado por la Federación autónoma sindical de Guatemala (FASGUA).
Este grupo efectuó un mitin frente al Palacio Nacional. Los participantes en el desfile portaban cartelones, en los que demandaban justicia para la clase trabajadora; “cancelación del juzgado privado” de la IRCA, y el retiro de los señores Hasse MacDonald, Murray, Ovidio Cordón y Salvador Maza.
En cartelones los señalaban como sus verdugos; también exigieron pensiones vitalicias para los trabajadores y no pagos globales que les hacía en Instituto Guatemalteco de seguridad Social.
Entregan peticiones
Por medio de Octavio Morán Lobos los sindicalistas presentaron un pliego de peticiones al jefe de gobierno, a quien le pedían libertad sindical, castigo a los patronos que entorpecían la libre sindicalización, protección a los dirigentes sindicales y reorganización de la dependencia del Ministerio de Trabajo.
Mayo de 1974
Durante la celebración del Día Internacional del Trabajo se produjeron desórdenes callejeros en el centro de la capital donde los trabajadores que participaban en la marcha se enfrentaron al Pelotón Modelo de la Policía Nacional (PN), quienes lanzaron bombas lacrimógenas contra los manifestantes, que lanzaban piedras.
Como resultado de los enfrentamientos murieron tres manifestantes identificados como Roberto Casimiro Estrada López, Rafael Caal Inocente y Clemente Hernández; también hubo detenciones de trabajadores que fueron llevados a los cuerpos de policiaco situados en el perímetro de la zona 1.
La Policía no dio a conocer la lista de detenidos en los disturbios; sin embargo, una fuente había señalado que los capturado eran Miguel Angel Carías, Justo Rufino Grajeda, Axel Reyes, Rodolfo Galeano, Marco Antonio Soto Reyes, Eduviges Afiche Velásquez, Rafael de Jesús Alarcón, Clemente Hérnandez Chuc, Victor Manuel Catalán, Nery Rodenas Hurtarte, Angel Fernando Montenegro y Montenegro, Ismael Osorio Maldonado, todos se encontraban en el segundo cuerpo de la PN.
Angel Realique Callejas, Rafael Pascual Martinez, Pablo Ajanel Hernández y Juan Isidro Miranda Contreras fueron llevados al Primer Cuerpo.
La única mujer capturadas fue identificadas como Etelvina Ramírez Lima quien fue llevada a la prisión para mujeres Santa Teresa.
Almacenes afectados
Según los informes, los almacenes de la zona 1 más afectados fueron Casa Víctor, Zapatería Caribe, Gasolinera Esso, Cafetería Macaco y Cataluña, Cantina La Trinidad, así como varios rótulos luminosos.
Una de las fiscalías del Ministerio Público reunió las pruebas que consistían en fotografías de los destrozos causados por los participantes en la marcha del 1 de mayo la cual dejó muertos, heridos y detenidos.
El alcalde, Manuel Colom Argueta, antes de viajar a Caracas, Venezuela, donde participaría en el IV Congreso de Municipalidades, convocó a una conferencia de prensa para dar a conocer sobre la lucha callejera del Día del Trabajo y dar sus muestras de condolencias a los familiares de la trabajador municipal Herlinda Alvarez, que murió durante los incidentes callejeros.
Colom Argueta calificó de injuriosas y calumniosas las declaraciones vertidas en la cadena de radio y televisión respecto de su participación en el acto, afirmando que a solicitud de los trabajadores municipales y por decisión personal no conmemoró el 1 de mayo como otros años.
Después de los incidentes en la 18 calle y 6a. Avenida, también se escucharon disparos en la Plaza Italia, lugar en el que había sido autorizada la concentración de trabajadores municipales y donde el alcalde decidió participar en los actos programados por el consejo sindical.
Los disparos que efectuaron personas desconocidas en la Plaza Italia hirieron de gravedad al diputado Julio Celso de León, cuando se encontraba en la tarima que había sido preparada para los dirigentes sindicales y autoridades municipales.
Boletín de la CNT
La Central Nacional de Trabajadores (CNT) emitió un comunicado en el cual acusó a la Policía Nacional de los sucesos callejeros del 1 de Mayo.
La CNT en su boletín dijo que recordaba la efeméride de Chicago en la que fueron masacrados varios trabajadores y trató de compararla con los incidentes acaecidos en la celebración del Día del Trabajo. Finalmente informó que habían decretado 8 días de duelo por los trabajadores que perdieron la vida en los confusos incidentes.
En un comunicado, el gobierno del presidente Carlos Manuel Arana Osorio hizo una prevención a los trabajadores para que no se dejaran inducir por grupos políticos que los estaban utilizando como instrumento para alterar el orden e interrumpir el proceso de la transmisión al general Kjell Eugenio Laugerud García.
El gobierno lamentó que la manifestación de trabajadores hubiera sido usada pata comprometer a los trabajadores y condenó la violencia que una vez más cobraba víctimas entre los guatemaltecos.
El Gobierno también declaró que se estarían agotando todos los medios para que cayera todo el peso de la ley sobre los autores intelectuales y materiales de los hechos.
Versión de Gobernación
El ministro del Interior, Roberto Herrera Ibargüen, dio su versión sobre los trágicos acontecimientos durante el recorrido de la marcha del 1 de mayo.
La Policía Nacional recibió órdenes para no permitir el paso de los manifestantes hacia el centro de la ciudad, por lo que se les dijo a los agentes que permanecieran en la 17 calle y 6a. Avenida.
Herrera responsabilizó de los sucesos al alcalde indicando que éste al frente de un grupo intentó llevar el desfile de los trabajadores sobre la 6a. Avenida contraviniendo las disposiciones.
Los periodistas preguntaron al ministro de Gobernación sobre que sería invitado por el Congreso para que informara sobre los disturbios. El funcionario respondió que informaría de por qué se le permitió al alcalde tener gente armada, ya que ningún funcionario estaba autorizado, incluyendo al presidente del Congreso quien tenía a su servicio a policías nacionales.
Así mismo, rechazó las noticias internacionales las cuales se referían a que en Guatemala se había producido una masacre perpetrada por la Policía Nacional, lo cual, dijo, no era cierto, ya que los agentes no llevaban armas letales y lo único que utilizaron fueron bombas lacrimógenas.
La responsabilidad recaía en el alcalde y su gentes, así como en los elementos de la oposición agrupados en el partido Democracia Cristiana, quienes querían hacer mártires para su propósito, aseguró el funcionario.
Absolvió de todas responsabilidad a los trabajadores que participaron en el desfile, por que dijo que ellos sí habían respetado la ordenanza que contenía el permiso como lo probaba su oposición a llevar el desfile en sentido contrario.
Al finalizar sus declaraciones reiteró que la responsabilidad de los hechos recaía únicamente en el sector de la oposición quienes quedarían sujetos a las acciones penales.
Habla diputado
El diputado Héctor Andrade Urréjola, primer vicepresidente del Congreso de la República, dijo: “Es lamentable que los partidos de la oposición hayan utilizado con demagógicos propósitos la manifestación de los trabajadores del primero de mayo lo cual provocó el derramamiento de sangre y desórdenes”.
El diputado Julio Celso de León, de la bancada de la CDG, se recuperaba de las heridas de bala que recibió el 1de mayo cuando participaba en la manifestación de los trabajadores del país. Mario Sandoval Alarcón, del MLN, visitó al congresista en su lecho de convalecencia.
La protesta de 1984
Los festejos del Día del Trabajo se llevaron acabo en las instalaciones del estadio Mateo Flores, donde miles de guatemaltecos colmaron los graderíos y presenciaron un serie de actos y entrenamientos patrocinados por el Ministerio de Trabajo, que llevó marimba, bandas escolares y conjuntos musicales. Además, hubo un encuentro de futbol entre la preselección nacional juvenil y la preselección nacional militar.
Además, hubo excursiones al Lago de los Cisnes, en Chimaltenango, y Amatitlán, y también juegos mecánicos en los parques La Aurora y Centroamérica y un tren de excursionistas al lago de Amatitlán.
Marcha de 1986
La celebración del Día del Trabajo se llevó a cabo con una marcha en la que participaron miles de trabajadores sindicalizados en las distintas federaciones sindicales.
Con una sátira antigobernista al estilo de la Huelga de Dolores los trabajadores que estaban subidos en una carroza realizaron un mitin frente al Palacio Nacional.
La marcha de los trabajadores partió del Monumento al Trabajo, en la zona 5, a eso de la 8.30 horas, y llegó al palacio a eso de la 12 horas.
Una de las carrozas alegóricas con varios actores ridiculizaba la actitud del gobierno de Vinicio Cerezo por los diferentes problemas nacionales . Uno de los actores estaba vestido de militar otro de civil, representando al Cacif, y el tercero imitaba al presidente Cerezo Arévalo, ya que estaba vestido de civil y con banda presidencial.
Cerezo ofrece almuerzo
Como parte de la celebración del Día del Trabajo, el presidente Vinicio Cerezo, junto a su esposa Raquel Blandón, y Catalina Soberanis, ministra de Trabajo, ofrecieron un almuerzo en casa presidencial a uno 30 dirigentes sindicales entre los cuales se encontraban Juan Francisco Alfaro Mijangos, secretario general de la Confederación de Unidad Sindical (CUS); Alfonso Edgar Flores, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Municipales; Saúl Rodríguez Pérez , secretario general del Sindicato de Trabajadores del IGSS; Adrián Ramírez, secretario general del Sindicato Luz y Fuerza; José Edmundo Alvarez, representante del sector campesino, y Julio Celso De León, secretario general de la Coordinadora General de Trabajadores; luego, Alfaro Mijangos entregó un anteproyecto que contenía reformas al Código de Trabajo, la Ley de Servicio Civil y la Ley municipal.
La marcha de 1989
Con la participación de más de 40,000 trabajadores se realizó la marcha del Día Internacional del Trabajo. Los sindicalistas de diferentes agrupaciones sindicales portando carteles protestaban en contra de la corrupción, la ola de violencia y el alto coste de la vida; así mismo aplaudieron la libre emisión del pensamiento en apoyo a la prensa escrita.
Al concluir la marcha frente al Palacio Nacional uno de los oradores fue el secretario general de la Central general de Trabajadores de Guatemala (CGTG) Juan José Escolástico Pinzón, quien destacó la participación de trabajadores de toda la Repíblica que decidieron venir a la ciudad para estar presente en dicha celebración.
El IGSS y la marcha del 2003
El tradicional desfile del 1 de mayo donde participó el Sindicato de Trabajadores de Prensa Libre y Empresas Anexas (STEPLEA), recorrió las principales calles de la capital.
Los trabajadores protestaron en contra del desempleo, la inseguridad, mejoras laborales y la malversación de fondos en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y contra la privatización de la Educación.
La marcha fue una de las más concurridas, con participación de más de 50 mil trabajadores.
La caminata fue encabezada por miembros de la Asamblea General del Magisterio y un gran bloque de padres de familia, estudiantes, vendedores de la economía informal campesinos, jubilados, universitarios y empleadas domésticas.
Los trabajadores dijeron que sus principales demandas eran la oposición al Libre Comercio de las Américas y al Plan Puebla-Panamá, porque esto no traía ningún beneficio a los guatemaltecos, indicó Jorge Cabrera, dirigente de Unsitragua.
Pensionados protestan en 2004
Miles de personas entre trabajadores, campesinos, jubilados, jóvenes y pensionados se manifestaron en la capital por el Día Internacional del Trabajo. La manta que encabezaba la caminata decía “Por el derecho al trabajo y la libre sindicalización. No al TLC”.
También se protestó contra el alza a los productos de la canasta básica, despido, explotación infantil y la falta de resultados después de los primeros cien días del gobierno de Óscar Berger.
Luis Chávez, de la Coordinadora Nacional Sindical y Popular (CNSP) dijo: “El gobierno tiene que seguir con la captura de corruptos del FRG y esto no debería ser una cortina de humo que tape otros problemas sociales “culmino diciendo el dirigente sindical”.
José Pinzón, de la Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), dijo que no se estaban cumpliendo las expectativas generadas y mucho menos al eslogan de campaña: “Con Berger ganamos todos”.
En la Plaza de la Constitución los sindicalistas quemaron una piñata que representaba al mandatario, al tiempo que gritaban: “El conejo es un títere de los empresarios”.
El otros hecho curioso fue que en el lugar donde habitualmente estaba la bandera de Guatemala los participantes de la marcha izaron una bandera con el rostro de Ernesto “Che” Guevara.
Marcha de 2009
Durante la marcha del Día Internacional del Trabajo miles de obreros y campesinos exigieron respeto a sus derechos laborales y demandaban más plazas de trabajo y cese de la violencia que tenía agobiados a los guatemaltecos.
La actividad incluyó a personas de diversos estratos y especialidades de trabajo, entre ellos grupos de mujeres; sin embargo, llamó la atención la presencia de centenares de niños que pedían justicia.
José Pinzón, al dirigirse a la multiitud que se concentró en la Plaza de la Constitución recordó al presidente Álvaro Colom que debía cumplir con lo ofrecido a los pobres, pues tenía que luchar por los más desposeídos, generar más empleos y ampliar las leyes laborales.
Añadió que el sector campesino era el más damnificado, ya que con las estrategias del neoliberalismo recibían salarios de miseria, pues en el campo nunca se había pagado el salario mínimo. “Obligan al campesino a hacer hasta ocho tareas de chapeo, y nadie soporta tanta carga de trabajo; es un crimen”, aseguró.
Crítica en el 2012
El Día Internacional del Trabajo se celebró con una caminata que partió del Monumento al Trabajo, zona 5. El grueso de los participantes criticaron la decisión del Congreso de la República de haber retirado de la agenda la propuesta de ley de desarrollo rural, y también mostraron su rechazo a la explotación minera y el supuesto incremento del militarismo.
“Este gobierno dio de entrada una bofetada muy fuerte a la clase trabajadora y a los campesinos, al comprometerse con nosotros a aprobar la ley de desarrollo rural y luego sus mismos diputados nos dieron la espalda y no la pusieron en agenda”, dijo el dirigente del Comité de Unidad Campesina Daniel Pascual.
Divisionismo sindical
No todo fue alegría en la marcha debido a que al llegar el grueso de los participantes al Centro Cívico se evidenció la división entre las organizaciones sindicales, ya que la Unidad de Acción Sindical y Popular se separó de la manifestación para dirigirse al Ministerio de Trabajo.
Nery Barrios dijo: “Sabemos que hay infiltrados que podrían generar conflictos. No queremos ser parte de la forma como quieren dañar a los sindicalistas”.
Luego se dirigieron al Ministerio de Trabajo, donde fueron recibidos por el ministro Carlos Contreras, quien les prometió la creación de un gabinete del empleo; éste se encargaría de conocer información de estadísticas sobre la situación laboral en el país que permitiría políticas que beneficiaran a los trabajadores .
Al ser consultado Pascual dijo: “No se trata de ninguna división. Las personas que se van de la marcha son algunas que incluso hasta han estado en la cárcel. No tiene honor, por eso siempre se han vendido a los gobiernos, sin importarles que ellos estén en contra”.
https://www.youtube.com/watch?v=748G1joc80E
Protestas en Guatemala provocan la caída del régimen de Otto Pérez. (Video: Tomado de Youtube)