Entre las madres, cuya progenitora o hermana hayan padecido la enfermedad, la investigación encontró que aquellas que habían amamantado tenían hasta menos de la mitad de posibilidades de desarrollar el padecimiento antes de la menopausia, comparadas con quienes no lo habían hecho.
De acuerdo con los datos obtenidos, la disminución en el riesgo de contraer el cáncer al amamantar entre las mujeres con antecedentes familiares es similar al de tomar medicamentos antiestrógeno, por cinco años.
Datos reveladores
El estudio no encontró diferencia en el riesgo de incidencia de la enfermedad entre las madres que no tienen antecedentes familiares de la enfermedad, aunque se desconoce la razón.
Los investigadores desconocen las razones exactas por las cuales al dar lactancia se reduce el riesgo de cáncer de seno, aunque señalaron que podría estar relacionado a la inflamación de los senos tras el parto y los posibles cambios en el tejido mamario entre las féminas que no amamantan.
El reporte analizó datos de un estudio previo, denominado Nurses Health Study II, que observó a más de cien mil mujeres en 14 estados.
Los especialistas de la Universidad de Carolina del Norte observaron a más de 60 mil madres que reportaron, al menos, un embarazo desde 1997 hasta el 2005, para determinar si desarrollaron la enfermedad .
Para Stuebe, los hallazgos evidencian la necesidad de fomentar la lactancia e implementar políticas de salud, que faciliten la labor a las madres.