La imagen es denominada como una de las “Vírgenes Conquistadoras”, ya que llegó a Guatemala en la primera mitad del siglo XVI. Se trata de una escultura realizada en madera, cuyos detalles de pintura, esgrafía y cincelado le dan características de una auténtica obra de arte.
La imagen es parte del patrimonio de la Iglesia de La Merced, hoy a cargo de la Orden Jesuita, pero por su origen, perteneció a la Orden Mercedaria, la tercera que fundó un convento en Guatemala.
Origen
Acerca de su procedencia el historiador Domingo Juarros indica lo siguiente: “Aunque desde el principio de las conquistas de la América vinieron religiosos de esta orden a cobrar las mandas de redención, no hay noticia de que tuviese convento alguno en este continente, hasta el año 1537 cuando volviendo el ilustrísimo señor Marroquín de México, trajo cuatro religiosos que fundaron los primeros conventos de Mercedarios que hubo en América. Uno en la Ciudad Real y otro en Guatemala. Consta de los libros de Cabildos de una y otra ciudad, que el 18 de mayo de 1537 en la primera y en 29 de junio en la segunda, los Mercedarios pidieron sitio para fundar su convento”. Además indicaba que “teniendo ya copia de casas erigieron la Provincia de la Presentación de Nuestra Señora”.
Otro dato importante acerca de su origen y su identificación con la fe católica de Guatemala es que en la década de los años veinte del siglo XVII, se recibió aquí la visita del Arzobispo de Myra, y fue el quien el 1 de mayo de 1628, coronó a la Virgen del Convento de los Mercedarios en la Ciudad de Santiago de Guatemala. Esta coronación pasó a la historia como uno de los acontecimientos más celebrados en ese siglo.
Entre el 7 y el 9 de julio de 1778 la imagen de la Virgen de las Mercedes fue trasladada junto con Jesús Nazareno de La Merced desde la arruinada ciudad de Santiago de Guatemala hasta el Valle de la Ermita donde fueron entronizados en el nuevo templo de La Merced, sitio en el que ha permanecido durante 238 años.
Restauración
Tras los daños que sufriera el Templo de La Merced por el Terremoto de 1976, se realizó la recuperación del rico patrimonio de esta iglesia. Por ello el 17 de noviembre de 1987 la imagen fue sometida a un proceso de restauración por los miembros del Instituto de Arte Colonial con la anuencia y colaboración de la Compañía de Jesús.
La restauración consistió en la limpieza de la policromía, injertos de madera, tallas, colocación de lino, extracción de clavos, aplicación de pasta de resane, modelaje.
Por las costumbres y modas de siglos pasados, la imagen fue vestida con ropajes y se le colocaba cabellera de pelo natural. Eso quedó en evidencia al serle encontrados más de setecientos agujeros provocados por la colocación de clavos y otros aditamentos.
La imagen es muy parecida a otras de la época, como la Virgen del Carmen del Cerrito, ya que bajo su manto cobija a figuras de frailes mercedarios y cautivos, una clara referencia de su advocación de Redentora de los Cautivos. Además porta en una mano un Niño Jesús, muy expresivo ya que con su mano abre el manto. Posee un rico ajuar de plata y oro consistente en corona de la Virgen, corona del Niño, escapularios mercedarios y una vara de flores en oro.
Historia moderna
La Virgen de La Merced es una de las pocas imagenes que no procesiona a pesar de su mística belleza. El 9 de julio de 1978 procesionó junto a Jesús de La Merced en una procesión extraordinaria celebrando el bicentenario de su traslado al Valle de la Ermita.
La Virgen procesionó también en forma extraordinaria en 2012 con motivo de los 200 años de su templo.
Un episodio lamentable en su historia fue el robo de sus joyas en el año 2012. La imagen se encontraba en la sacristía del templo y en ese lugar fue despojada de sus atributos. Afortunadamente las joyas fueron recuperadas y restauradas. El Domingo de Resurrección de 2013 fue coronada solemnemente.