La Iglesia Católica, desde las vísperas de este día, entona en su liturgia las principales frases con que se manifestaron tales deseos, conocidas como las Antífonas de la “O”, ya que con esta letra empezaba cada título del Antiguo Testamento en latín. Las antífonas son las siguientes: O Sapientia (Oh sabiduría), O Adonai (Señor poderoso, en hebreo), O Radix (raíz, renuevo de Jesé, padre de David), O Clavis (llave de David, que abre y cierra), O Oriens (oriente, sol, luz), O Rex (Cristo como Rey), O Emmanuel (Dios con nosotros). Todas las antífonas se refieren a la venida del Salvador encarnado en las purísimas entrañas de María y se leen una por día.
Representación iconográfica
La expectación del parto de la Virgen se representa basándose en los evangelios de San Lucas y San Mateo, quienes indican que María estuvo en estado de gravidez (embarazo). San Lucas señala en el capítulo 2 y versículos 4 y 5 que José, de la casa de David, vino desde Nazareth ciudad de Galilea a la ciudad de David llamada Belem, en Judea, para empadronarse con María, la cual estaba encinta.
Mas José, su esposo, siendo como era justo, y no queriendo infamarla, deliberó dejarla secretamente, señala San Mateo en el capítulo 1 y versículos 19 y 20 de su evangelio. Más adelante dice: “Estando él en este pensamiento, he aquí que un ángel del Señor se le apareció en sueños diciendo: José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María en tu casa, porque lo que ha engendrado en su vientre es obra del Espíritu Santo”.
Los dos evangelistas citados narran con mucha claridad la situación que acompañó a la Virgen María en su estado de gravidez, como toda mujer, lo cual es representado a través de las imágenes de la Virgen de la Expectación o de la “O”, como popularmente se le conoce.
Sin embargo, las imágenes de la Virgen de la Expectación no aparecen embarazadas, ya que la iglesia antiguamente no permitió que se le representara en ese estado, por lo que a la Virgen se le representa con una imagen del Niño Jesús enmarcada en un óvalo a la altura de su vientre. A pesar de dicha disposición existen algunas esculturas, sobre todo en España donde aparece la Virgen con su estómago característico de embarazada.
La tradición popular, que mantiene a lo largo de los siglos muchas de las devociones, decidió llamarle Virgen de la O, Virgen de la Expectación o Virgen de la Esperanza, tanto por las antífonas, la figura de O de su vientre o por el niño enmarcado en una ráfaga ovalada. En España es muy popular la advocación, encontrándose imagenes denominadas de “gloria” que muestran a la Virgen con el niño en su vientre rodeada de una ráfaga. Pero la más representativa y universal es la imagen dolorosa de la Virgen de la “Macarena” cuya advocación es de la Esperanza, la cual se encuentra en la ciudad andaluza de Sevilla. Otras imágenes de dicha ciudad que también tienen arrojo popular son las de la Esperanza de Triana, que porta un salvavidas y un ancla, ambos de oro. Su hermandad está vinculada desde sus orígenes a la gente del mar, otras Dolorosas con la advocación de la Esperanza y también la Divina Enfermera.
En Guatemala
España, en su afán colonizador, introdujo la devoción a la Expectación del Parto de María trayendo imágenes de la Virgen Expectante, tal es el caso de la que se venera en el Templo El Calvario, llamada también de Nuestra Señora de los Remedios, cuya imagen patronal de autor desconocido es considerada una de las primeras venidas a América. Aunque su advocación oficial es de “los Remedios” su iconografía pertenece a las Vírgenes de la O ya que porta una imagen del Niño Jesús de oro a la altura de su vientre.
La imagen es procedente del antiguo Templo de los Remedios de la Antigua Guatemala y tras los terremotos de Santa Marta en 1773, sus bienes son trasladados al Valle de la Virgen o de la Ermita. Ya estando en el nuevo emplazamiento se fusionan ambas comunidades, la del Calvario y la de los Remedios y se les da como sede la ermita finalizada en 1789 construida en la cumbre del cerrito al final de la Calle Real.
Tras la decisión gubernamental de demoler el antiguo Calvario se construye un nuevo templo el cual es estrenado en 1932 siendo la iglesia que conocemos actualmente. Las joyas escultóricas como el Señor Sepultado y la Virgen de los Remedios fueron trasladadas a su nuevo templo y a la fecha reciben ahí la veneración de sus fieles.
La Virgen de los Remedios tuvo un rezado muy tradicional durante la primera mitad del siglo XX, saliendo el domingo anterior a su fiesta del 18 de diciembre. Esta imagen fue consagrada en Marzo del año 2000 por el arzobispo de Guatemala, monseñor Próspero Penados del Barrio; por ello luce en sus manos grabadas sendas cruces de oro. En los últimos años ha salido esporádicamente en procesión, recuperándose en el año 2015 saliendo el sábado cercano al 18 de diciembre.
Otras imágenes de la Virgen Expectante que se pueden apreciar en Guatemala se encuentran en el Templo de la Escuela de Cristo de la Antigua Guatemala, cuya imagen es la patrona del templo y sale en Rezado la tarde del 25 de diciembre. En la ciudad de Jalapa también se encuentra una imagen de la Virgen de la O que es patrona de la comunidad de Santa María Xalapán o Montaña de Jalapa y que procesiona cada 18 de diciembre.