Colinda con las colonias Guajitos, Vásquez y Nimajuyú, entre otras. Dichas viviendas se entregaron durante el gobierno de Carlos Arana Osorio, en 1971.
Objetivos del INVI
Fue una entidad descentralizada con personalidad jurídica y patrimonio propio, y tenía como objetivo y función planificar y ejecutar programas de vivienda y realizar un plan para resolver el problema de techo de las familias de recursos moderados. Su meta era entregar 11 mil 086 viviendas en varios proyectos, incluyendo la JRB, y la meta por año fue de mil viviendas.
La carencia de vivienda es una problemática desde hace más de 7 décadas.
En 1968, con el presidente Julio César Méndez Montenegro, se iniciaron varios proyectos para personas de escasos recursos y que carecían de vivienda. El salario no les permitía adquirir una vivienda formal, y menos construir, ya que la compra de terrenos de igual manera era onerosa.
El gobierno de Arana Osorio hizo los primeros intentos por atender a familias necesitadas con soluciones habitacionales y entregó varios proyectos, entre ellos el de la Justo Rufino Barrios.
Historia
El INVI recibió apoyo de Arana Osorio, quien prometió que antes de terminar su periodo de gobierno entregaría los proyectos de La Justo Rufino Barrios I, II y III, que en su mayoría fueron inaugurados en 1972. “Él dijo que Los pobres era la prioridad de su gobierno”. “La preocupación de su gobierno era promover y llevar bienestar a quienes carecen de él”, se consignó en notas periodísticas de entonces.
La primera etapa fueron casas individuales con un programa de “autoconstrucción o esfuerzo propio”, donde las familias entera se tenían que involucrar en la construcción, porque no contaban con el enganche.
Fueron construidas con ladrillo y láminas Duralita.
La fase II era una combinación de casas separadas y edificios de apartamentos. Fueron entregadas 750 viviendas.
La fase III fueron condominios familiares o Multifamiliares de 8 apartamentos cada uno. Fueron construidos por la Empresa Guirola y Cia., que tenía un contrato de 864 apartamentos que fueron entregados a lo largo de 1972, supervisados por el INVI y con la ayuda financiera del Banco Interamericano de Desarrollo.
Estos proyectos fueron la solución a la gran problemática habitacional de aquel entonces, ya que las personas no tenían para comprar terrenos a bajo costo. El Aquitecto del INVI en ese entonces, Gustavo Anzueto Vielman, comentó en una entrevista a Prensa Libre el 26 de noviembre de 1971 que estos edificios eran la tendencia moderna por la alta demanda de vivienda.
Requisitos para obtener las viviendas
- Entregar la papelería al INVI con todos los requisitos que pedía.
- Ser mayores de 18 años y casados, con un grupo familiar de 3 a 8 personas.
- Tener ingresos económicos no menores de Q80 y no mayores de Q200. Los pagos serían efectuados cada mes en cuotas de Q24.61, en un plazo de 20 años.
- Partidas de nacimiento de los hijos.
- Llenar las solicitudes en el INVI, porque entraban a clasificación.
- Las personas solicitantes entraban a sorteo.
- Pagar enganche de Q200 (para muchos esa suma era “un dineral”, pues los sueldos eran bajos).
Servicios comunales
- El INVI tenía como objetivo el “Desarrollar programas de orden Social y Educativo”, por tal motivo la colonia Justo Rufino Barrios tiene los servicios comunales necesarios, tales como tratamiento de aguas servidas por medio de laguna de oxidación, servicio de INTECAP, la iglesia Santa Clara de Asís, construida con ayuda económica de los feligreses y coordinada por el sacerdote de entonces, mercado, parque, campo de fútbol, Centro de Salud que atendía en jornada normal de día y ahora atiende 24 horas, salón social, donde se celebran todas las fiestas y eventos importantes, Además, canchas de baloncesto, donde se jugaron muchos campeonatos de los cuales formé parte, escuela de párvulos Aura Rosal de Mejía, escuelas de primaria como la Andrés Alberto Cuxil, entre otros servicios
- Lamentablemente, el servicio de agua entubada ha sido racionado.
Remembranzas
Recuerdo que cuando nos dieron las casas eran “solo dos cajones” decía mi mamá, que tuvo que hacerle arreglos para instalarnos, como pintar, divisiones para hacer las habitaciones individuales, ponerle puerta al baño, balcones etc., pues eran entregadas sólo con lo necesario, debido a que el costo de las viviendas era cómodo.
Para salir de la colonia teníamos que caminar hasta Guajitos, a kilómetro y medio, para abordar el bus, ya que no existía la calzada JRB.
Cuando llovía era un problema, porque las calles estaban llenas de lodo y había que cambiarse los zapatos para no ensuciarse, y solo había una camioneta, la 8, que salía de Guajitos y llegaba hasta Jocotales y luego retornaba.
La espera era larga.
Lo que tengo de buenos recuerdos de mi juventud era que podíamos caminar por la colonia o estar en el parque hasta tarde, porque todo era tranquilo y no había delincuencia, como en la actualidad. Íbamos a los “repasos” y regresábamos en grupos a nuestras casas tarde en la noche; nuestros padres no tenían pena porque era una colonia nueva y todos los patojos nos conocíamos, nos manteníamos jugando en las calles o las canchas.
A los pocos años construyeron la Calzada Justo Rufino Barrios, ya que iniciaron Nimajuyú y Venezuela y era sumamente necesaria la entrada directa a dichos proyectos.
Con el paso del tiempo también mejoró el sistema de transporte.
El remozamiento de la avenida Petapa y la construcción de la calzada Atanasio Tzul le dieron nuevas oportunidades a la colonia.
Actividades por aniversario
- La Justo Rufino Barrios festejó del 27 al 30 de junio sus 44 años de fundación con diversas actividades sociales y deportivas, entre las cuales destacó el reconocimiento de vecinos distinguidos y el clásico desfile de establecimientos educativos.
¡Ah, la “Justo” de mis amores!
*Fuentes: Hemeroteca PL y Políticas de Vivienda en Guatemala, CEUR